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236 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA por por fin salió a medida de sus intenciones, de cuya carta tomé copia del borrador que conservaba en su poder el citado Prefecto y incluyo a V.E., n. 5. 50. - Armado aquel Comandante con dos documentos nada indife– rentes para sus maquinaciones, se envalentonó, teniéndolos sujetos, por– el primero con la fácil comprobación de la expresada exportación que na– da favorece a su instituto y pocos saben cómo fue, a qué intento y con qué miras instados; y por el segundo, quitarles la acción de produ– cir quejas sin hacerse manifiesta la inconsecuencia de realzar hoy tanto a un jefe y estar tan satisfecho de su gobierno y mañana fulminar que– jas y agravios ... 51. - En primeros del 71, hallándome yo presente, empezaron ama– nifestarse las desazones del ánimo dispuesto de aquel Comandante, pues, habiéndose proyectado por mí los reparos del castillo de San Francisco de Asís, Padrastro y fuerte de fajina de la isla de Fajardo, no había un real en cajas para estos gastos, por lo que dispuso fuésemos a la princi– pal misión de Caroní, en donde se celebró una junta en que concurrí, pre– sidida de dicho Comandante y del expresado Prefecto Fr. Bruno de Bar– celona, Fr. Félix de Martorell y Fr. Mariano de Sabadell, ambos Conjue– ces, a la que se trató sobre dichas obras y que, no habiendo caudales, po– dían dichos Padres hacer este servicio al rey; tan no se negaron, que in– mediatamente ofrecieron la mejor indiada que podrían sacar de sus mi– siones, mantenerla a sus expensas de carne y casabe, y hasta sus perso– nas si los juzgaban necesario. 52. - Deseaba saber esta Comunidad qué costo tendrían las proyecta– das obras pero yo que no tenía práctica del país, les dije me parecía que unos dos mil pesos, y con esto se emprendieron con el mayor tesón, y, viendo que no estaban inmediatamente a su conclusión y que ya llevaban más de dos mil pesos gastados, escribió el Prefecto al Comandante, di– ciéndole que él ya no podía deliberar por sí solo en punto a caudales y que así le parecía aplicase para la obra algunos otros arbitrios de los que se invertía y procuraban en la Angostura, pues el motivo era el más ur– gente del día, según él mismo había manifestado. 53. - Este fue el pecado original de esta pobre Comunidad para que descubiertamente se percibiese toda la enemiga que estaba encerra– da, pues desde luego respondió al Prefecto con expresiones bien acres, diciéndole que él tenía la culpa de ser tan contemplativo y pedir lo que

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