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MISION DE LOS CAPUCHI NOS EN GUAYANA 231 dante, pretextando lo enfermo de aquellas márgenes, otro intento pudo conducirle , pues yo estuve y ví despacio dichos pueblos, cuya fertilidad de tierra s me pareció era menos que la del sitio de donde se habían trans – migrado de la margen del río, haciéndome ver dicho P. Cervera y el R.P. Fr . Félix de Tárra ga, misionero de Santa Ana, que la proposición era to– talmente voluntaria, pues quién no sabe que el indio tiene todo su vivir en el agua, y así se atribuía con fundadas razones que por ideas con– ducente a su capricho aquel Comandante le convenía menos tener pue– blos a las márgenes y a la vista de lo que sale y entra por el río, como lo estaban dichos pueblos , y parece que para su nueva plantificación no tanto se buscaba la distancia de una legua, dos ni tres, sino el que no diesen vista al Orinoco ... 24. - En la casilla de la provincia nueva y vieja de Capuchinos ca– talanes en un guarismo sólo, par a que se distinga bien , pone en el pri– mero treinta mil, y en el segundo cuarenta y seis mil cabezas de gana– do, que son los decantados bienes de aquellos religiosos; conócese a la verdad que en esta ocasión sobrepujó la pasión de aquel Comandante por encima de su transcendencia, o se figuró que no habría quien refle– xionase sobre las diez y seis mil cabezas de aumento, en el término de seis años, pero, entrando el cálculo al asunto , si no se comprueba la to– tal falta de verdad, no dejará duda en que está algo distante de ella. 25. - Primeramente , ¿cómo podía saber aquel Comandante el su– puesto de las treinta mil cabezas, cuando jamás se habían contado, ni por imaginación se ha sabido el número por no ser averiguable, ni los mis– mos Padres han podido saberlo , por ser un hato grande y de mucha parte de ganado levantado y bravío en la grande extensión de unas sabanas que les obliga, para coger una pequeña punta en algunas ocasiones, hacer un rodeo muy penoso , de modo que suelen venirse después de muchos días con la mit ad del ganado que necesitaban para encerrar; razón que convence y es conforme a lo que los mismos Padres me informaron y yo ví por mí propio estando en la misión de Caroní , hospicio de dichas mi– siones, en donde reside el Prefec to , y lo que no tiene duda que hasta primeros de 71 no había noticia que tal ganado se hubiese contado, ni semejante operación podía ejecutarse sin que se llegara a comprender con que luego por donde suponía, en últimos de 70 , el que hubiese en ese decant ado hato las treinta mil cabezas que guarisma ... 27. - Concédesele sin embargo al Comandante que el año de 1764 por arte divinatoria acertase a saber que el hato contenía treinta mil ca-

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