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228 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA diciembre de 1770 remitió aquel Comandante a D. José Solano, y éste extendió copias a los principales personajes de Caracas, el mismo que sin duda pasaría a la corte y por varios conductos se difundiría también en– tre varios sujetos de ella, a cuyo tiempo me hallaba yo en dichas pobla– ciones, y es de notar que carecí tanto de su noticia, que, hasta mi regreso a Caracas, no supe de tal estado, bien que mis continuas diligencias, a pe– sar de la cautela, me iban proporcionando los medios de cerciorarme de la verdad que dicho estado tuviese, con otras noticias que clandestina y reservadamente producían y copiaré a V.E. 13. - No teniendo comprobante para reconocer la verdadera existen– cia de la provincia antigua, que supone aquel Comandante según esta– ba el año 1764, después que se separó Moreno y tomó las disposiciones para su gobierno, se hace preciso concederle todas sus partidas, aunque es– toy cierto que si en aquel tiempo en que se apareció dicho estado por al– gunos respetos Moreno disimuló enteramente, pasando al silencio cuanto se le ofrecía, me persuado no haría lo mismo en la ocasión presente, y yo dudaré siempre que no tenga mucha equivocación, disminuyéndole el nú– mero de habitantes y aumentando el de labores y ganados, pues en la pri– mera partida de la ciudad de Guayana es cierto que, conociendo como co– nozco, todos los vecinos de ella, no pondré duda que ascienda el número de habitantes de todas especies y sexos a mil quinientos, pero me es im– posible, venir en comprensión cuáles sean los cincuenta y seis que tuvie– sen labores y menos en dónde se hallan las cuatro mil y quinientas ca– bezas de ganado, como se deducirá del espíritu de aquellas gentes, sus comercios, jiros y modo de vivir. En los restantes pueblos y villas de es– pañoles y mixtos de Upata, Ciudad Real y Real Corona, nada convienen con los informes que hombres verídicos me dieron de que sólo existieron con la fuerza de los auxilios de la Expedición, y que la llamada Ciudad Real no es más que una rochela de cuatro infelices hombres de varias castas, que han quedado encerrados y abstraídos de todo remedio; pero quiero darlo por concedido que tenga las tres partidas de habitantes, la– bores y ganados, y vamos a la provincia nueva de españoles y mixtos que le corresponde. 14. - Es maliciosa equivocación poner en la provincia nueva aldea de Buenavista, con 300 habitantes de españoles y mixtos, pues, habiendo es– tado yo a primeros del año 71 una tarde de paseo con el mismo Coman– dante oficial real, sólo ví y había unos caneyes o chozas de paja, en donde estarían unas cien almas por todas de indios, acabados de salir del monte,