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MISION DE LOS CAPUCH INOS EN GUAYANA i2i que, con la posible brevedad y mayor reserva, le informe lo que me cons– te acerca del estado de adelantamiento en que se hallan las poblaciones de Guayana , cuál ha sido la conducta de los Padres Capuchinos destina– dos en aquellas partes y los motivos de queja que les haya dado aquel Co– mandante sobre contribucion es de diezmos de los bienes que poseen, co– mo sobre el nombramiento de corregidores que ha entablado dicho Co· mandante para el gobierno de los indios . . . · 5. - Inmedi atamente a mi arribo pasé al reconocimiento de los casti– llos el Padr astro y San Francisco de Asís, los que reparé suficientemente, y establecí en la isla de Fajardo un fuerte provisional de fajina a costa de las misiones de los RR. PP. Capuchinos catalanes, como explicaré en lo sucesivo, y por consiguiente, en muy poco tiempo y menos o ningún cau– dal de reales cajas quedó defendido aquel país de un golpe de mano, se– gún la necesidad que su consistencia y establecimiento exigen ... 6. - Durante este tiempo no sosegué ni omití diligencia alguna para instruirme y ver por mí propio cuanto es imaginable de aquellos ... , con lo que conseguí formar un concepto nada equívoco, según lo que alcanzan mis luces, de todo lo que es aquello y de cuanto se piensa ser algo de útil, con bastante desgracia, por cuanto ha gastado el real erario, gasta y gastará mientras no llegue la dichosa suerte que haya quien trate aquellos asuntos con integridad, sin pasión y que prefiera los verdaderos intereses del rey nuestro señor al empeño de sostener ideados proyectos, como ten– go dicho a V.E. en mis antecedentes y del mismo modo al Excmo. Sr. Frey D. Julián de Arriaga. 7. - Aunque mucho antes del año 1734 estaban en poder de misio– neros apostólicos las misiones que iban fundando con los indios guayanos del Orinoco, parece que realmente desde este año se debe contar el progre– so de ellas, porque en él, por medio de un compromiso de las tres Reli– giones de PP. Observantes de San Francisco de Píritu, Capuchinos del principado de Cataluña y de los nominados expulsos de la Compañía de Jesús, celebrado en la isla de Trinidad ( !) y autorizado por los dos go– bernadores D. Carlos de Sucre y D. Agustín de Arredondo, se señalaron de común acuerdo los terrenos y términos en que cada uno habían de plantar el estandarte de la Santa Cruz, cuyos límites aprobó el rey nues– tro señor por conveniente al servicio de ambas majestades ... 12. - Primeramente par a tratar a V.E. del adelantamiento en que se hallan aquellas poblaciones presentaré el estado N'? 1, que en último de