BCCCAP00000000000000000000220

MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 225 diezmos de las considerables haciendas de más de cien mil cabezas de ganado vacuno, más de cuatro mil yeguas y caballos y cría de carneros que proveían estos religiosos en el territorio de sus misiones, como igual– mente de los frutos que administraban y cosechaban de las labranzas co– munes de los indios de su doctrina, se siguió en extrados (sic) por rebel– día del referido P. Prefecto y su comunidad, y puesta la causa en estado de sentencia, remití los autos originales a la Real Audiencia de Santa Fe, para que, en virtud de ellos, profiriese Su Alteza la que conviniese en justicia, y, habiéndose visto en aquel tribunal con lo que expusieron los señores Fiscal y Protector general, se declaró por S.A., en seis de julio del año próximo pasado, que se debía pagar por entero, desde aquel día en adelante, el diezmo de los referidos ganados y de los demás fru– tos de comunidad, y por mitad de los que en particular poseen los in– dios, y que para la administración de los dichos ganados y bienes comu– nes de los indios, nombrase yo, con acuerdo del oficial real de estas ca– jas, un sujeto de satisfacción, que asista a los rodeos y en libro de caja lleve la cuenta y razón de sus productos, gastos y residuos para que se sepa sí este caudal se invierte en los fines a que está destinado, y que los misioneros queden, sin el manejo de estos intereses, más aptos y desem– barazados para atender mejor a su apostólico ministerio. En consecuencia se me despachó la correspondiente real provisión por los Sres. Presidente y Oidores de la Real Audiencia para la obser– vancia y cumplimiento de lo mandado. Y, aunque por mi parte y la de mis comisionados se ha procedido en la ejecución con la mayor pruden– cia y moderación para no dar motivo de justa queja a los enunciados Prefecto y misioneros capuchinos catalanes, antes bien procurando su amistad, unión y buena armonía, les hemos dejado el uso libre de la carne, casabe, sal, velas, jabón y otras menudencias que siempre han dis– frutado del caudal de los indios, sin pagarlos, y del tesoro de la procu– raduría y caja común de los indios que tenían en su casa los PP. Pre– fecto y Procurador, no se les ha pedido ní ha recibido más el administra– dor que los que los RR. PP. han querido entregarle, y en el tiempo y forma que han querido darlo, como todo consta de las dos adjuntas pie– zas de autos, y podrá testificar en parte el Ilmo . Obispo de Puerto Rí– co, que a la sazón se hallaba haciendo su visita pastoral en estos anejos, y, estimulado de la razón, trabajó cuanto pudo exhortando al Prefecto y demás religiosos para que se conformasen con la sentencia dada por la Real Audiencia, o que a lo menos obedeciesen sin alborotos y recu– rriesen con humildad a V.A., si tienen que alegar algo en su favor.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz