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M ISION DE LOS CAPUCHI NOS EN GUAYANA 215 de árboles útiles: el cacao silvestre, la canela, la cascarilla, el pucherí, el hacote, el bejuco de vainilla y el de clavo, además de las resinas, aromas, flores, hojas y raíces de grande aprecio para la medicina y el comercio, sin detenerme a referir las admirables resinas y maderas de excelente ca– lidad y virtud, como el anime, algarrobo, otuba, currucay, mara, pepita de toda especie, árbol de aceite y otras producciones particulares de la tierra, de que no se tiene noticia. Volviendo a la ciudad de Guirior, cuyo territorio es muy bueno, aun– que malsano, como toda tierra nuevamente desmontada, digo que, si se transportan a ella algunas familias españolas con las precauciones necesa– rias para que no perezcan a la violencia de las calenturas y demás acci– dentes propios de un clima ardiente, en breve tiempo pueden formar una ciudad populosa, juntamente con los indios que se agregan volun– tarios, y vivirán gustosos mientras se les trate con moderación; en cuyo caso resultar á no sólo la seguridad de los dominios del rey en esta parte, que tantos atrasos padecen por las repetidas incursiones de las colonias ex– tranjeras conterminantes, sino que también se abrirá un nuevo y vasto comercio de muchos frutos hasta ahora desconocidos, cuyo tráfico faci– litará el río Paragua navegable hasta el Orinoco. Pueblo de Tupuquén. - En primero de enero de 1774 me reembarqué en el Paraguay, después de trece días, llegué a la villa de Barceloneta en donde pasé el Caroní y, después de andar doce leguas hacia el oriente, llegué al río Yaruario, a cuya orilla izquierda está situado este pueblo en la horquilla que forma con el río que baja de San José; está bien for– mado, con buenas calles y casas, goza de excelentes tierras adecuadas pa– ra todo género de frutos, aunque sus habitantes que ascienden a 93 fa– milias con 291 almas, sólo se dedican a la siembre de maíz, casabe, legum– bres y batatas, con algún tabaco que se da excelente en toda esta provin– cia y del que hicieron grande comercio en otro tiempo los holandeses, y hoy, por falta de extracción, es muy poco su cultivo. Villa de San Antonio de Upata. - El día dos marché para el oriente y a distancia de cuatro leguas está situada esta villa en un territorio alto, de donde bajan diferentes arroyos que toman su curso para el oriente y medio– día; su temperamento es menos abrasado que el de los otros pueblos de es– tas misiones. Sus vecinos que ascienden a 33 familias con 205 almas, gozan de muy buenas tierras que cultivan con feliz suceso; han formado algunos buenos tr apiches de caña, planteles de café y grandes cosechas de exce– lente tabaco.

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