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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 211 tiene abundancia de víveres y ganado; su vecindario asciende a 130 fami– fias y 500 almas. Este pueblo y los demás de estas misiones han padecido continuos atra– sos por los insultos de los holandeses que habitan en las costas del mar, suben por el río Yaruario en canoas y piraguas acompañados de caribes, asaltan los pueblo s de misión, llevando los indios por esclavos a sus co– lonias, en donde los hacen perecer miserablemente con el excesivo tra– bajo de los ingenios. Estas piraterías inhumanas que repiten frecuente– mente, inutilizan por la mayor parte los trabajos de los misioneros, pues no sólo les llevan los indios, roban y queman sus pueblos, sino que ate– morizan a los demás indios del monte, sugiriéndoles depravadas especies para que no se sujeten a vivir en los pueblos y se vuelvan al monte los ya poblados. De esta pérfida conducta a la que ha contribuido no poco la epide– mia de las viruelas, ha resultado la ruina de muchos pueblos de estas mi– siones, la despoblación de los indios que se experimenta, y, si no se es– tablecen barreras más firmes para contener la insolencia holandesa y bar– barie cariba, nunca podrán hacer muchos progresos estas misiones, y las fundadas quedarán siempre expuestas y abiertas a tales insultos. Los obis– pos de Puerto Rico y los Padres misioneros han repetido sus representa – ciones pidiendo remedio; el que se ha puesto hasta ahora es tan insuficien– te, que se puede reputar por 1únguno, pues en este mismo año incendia– ron el pueblo de Murucuri y se emboscaron los caribes junto a los cami– nos, resueltos a matar cuantos encontrasen, y, a no dar la casualidad de hallarse en estos pueblos D. Bernardo Lanzarote con una partida de sol– dados, que iban al embargo del hato de la misión y establecimiento de corregidores, sin duda hubieran arrasado algunos pueblos y llevado mu– chos indios; sin embargo no se evitó el escándalo y alteración de los in– dios que con este motivo se huyeron muchos a los bosques. Pueblo de la Divina Pastora. - El tres pasé a este pueblo que dista del antecedente poco más de dos leguas el les-suest; está situado a la falda meridional de las sierras de Santa María, entre un arroyo que baja de ellas y el río Yaruario; sus tierras son de buena calidad y abundan de todos frutos; se da muy bien la caña de azúcar, el café y crece el añil co– mo en otras partes la maleza; también se encuentra el salsafrás y el veju– co de la vainilla y otros árboles y especies aromáticas de mucho aprecio. El vecindario de este pueblo asciende a 79 familias con 305 almas de in– dios pariagotos .

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