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206 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZ UELA y tanto que fue preciso exhortar al comandante de la escolta D. Bernardo Lanzarote que no pro siguiese en la prosecución de los corregidores hasta dar parte al Comandante general de lo que pasaba, y el teniente de la vi– lla de Upata pidió armas y municiones por lo que se temía, y el Coman– dante general hubo de reparti r cantid ades de rescates para sosegar a los caribes, por dos veces, y aunque al parecer se aquietaron, en cuyo in– termedio se pusieron corregidores en los pueblos rest antes, por fin los del pueblo de Murucuri se emboscaron y querían pegar fuego a la mi– sión y ya quemaron una casa, en el monte mataron perros y gallinas por no ser descubiertos. También se puso una partida de ellos emboscada en la cercanía de un camino para matar a cuantos pasasen por él; se reme– dió algo con las diligencias del misionero viniendo a Caroní a toda prisa y a media noche para dar las debidas providencias; y, estando en estas novedades , en el mismo día el corregidor, desde Caroní, les envió recado para que fuesen a cargar sal y dijeron que no querían ir, y el religioso les dijo, por no enfadarlos , que, si no querían, que no fuesen. En cual– quiera novedad que tienen los indios, buscan los corregidores trazas para culpar a los religiosos y defender al Comandante, aunque puesta con tes– timonios falsos, aconsejando que, para salvar el crédito de una persona de honor, es lícito hacer juramentos falsos; me consta esto por haberme informado un pobre miserable que se miraba apretado de un corregidor porque no quería jurar falsamente . Justamente recelaba la corte estos males cuando por octubre, co– mo he dicho, se negó a las vivas instancias que dicho Comandante hada para demorar y poner corregidores en siete pueblos de nuestras misiones; le mandó que no hiciese novedad alguna en ellas sin nuevo aviso de la corte misma, y entonces acudió a éste (?) para lograrlo; no es creíble que Su Excia. y la Real Audiencia, por su celo en servicio de ambas ma– jestades, que no hubiera resuelto lo mismo que la corte, si la hubiera sinceramente informado de las causas que motiv aron al Supremo Conse– jo, con los informes de tantos antecesores gobernadores de esta provincia, tantos comisarios de la Real Expedición de límites y tantos obispos, que todos sintieron que no estaban en estado de demorarse estas misiones. Dios guarde a V.S. Ilma. muchos años. Caroní y diciembre, 10 de 1773 . Fray Benito de La Garriga , Prefecto , que besa la mano de V.S. Ilma. (firma y rúbrica) .

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