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MISION DE LOS CAPUCHI NOS EN GUAYANA 203 cía de dichos Padr es Jesuitas vinieron dos Capuchinos catalanes de los que iban destina dos para las misiones de Cumaná, pero tampoco éstos y ni otros operarios pudieron hacer adelantamiento alguno, hasta que en el año de 1724 vinieron seis religiosos capuchinos catalanes con ánimo de quedarse muertos antes que dejar el campo; pero , viendo que la ne– cesidad y miseria les amenazaba el peligro que a los otros, el mismo P. Prefecto, con el parecer de los demás religiosos, fue a buscar algunas re– ses vacunas, unas halladas de limosna y otras compradas con limosnas de misas, y con el permi so del Consejo fundaron un hato para que de él se remediasen los religiosos y los indios , que es el que hoy existe y de que comen y mantienen más de siete mil indios que tenemos poblados, los soldados de la escolta y vecinos de los pueblos, y sirve para hacer las entradas, dar ropa, ferramenta y cuanto se puede a los indios, y, al tiempo que hacemos una nueva fundación, le ponemos ganado suficiente para criar y comer la gente; y con esta disposición, al tiempo que se pue– bla la tierra ya queda abastecida de comida ; y si antes de haber hato ni ganado no se pudo poner pie fijo, se ve que desde que lo hay se han adelantado las reducicones y están en buena postura y en camino abierto para hacer muchas más y ha sido el medio para tener que comer la tropa de Gu ayana, vecindario y peonaje de las fábricas reales porque antes no había ganado alguno en la provincia. Así se ha logrado, con la intenden – cia y buena economía de los religiosos y cuidado del síndico y vaqueros, que no han trabajado en él de balde porque se han pagado de los mis– mos frutos del hato, se han adelantado las reducciones tan fácilmente aunque con desvelos y fatigas de los religiosos, no obstante que se nos acumule que nada habemos adelantado por nuestra flojera y se alegan so– los los pueblos existentes como trabajos de ochenta años. Hay dos erro– res sustanciales (en) esto: el primero contar desde que vinieron los pri – meros capuchinos catalanes en la centuria pasada y se hallaron sin me– dios como los Dominicos, Candelarios y Jesuitas, y así no pudieron tra– bajar hasta el año 1725 , en que se empezó la primera misión de Suay que se reedificó tres veces por muerte de los indios fundadores de virue– las, como consta en el libro de bautismos y entierros . El otro error es no contar las misiones que se fundaron desde el dicho año 25 de esta centuria y se perdieron, unas por epidemias de vi– ruelas y otras por el levantamiento y fuga de los indios, por falta de es– colta; éstos fueron catorce pueblos como consta en el archivo de la mi– sión y por testimonio de la verdad han quedado las ruin as, que con los existente s son treinta y ocho pueblos , inclusas las dos villas.

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