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196 FUEN'rES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA está la frontera de todas las naciones bárbaras que debemos pacificar, y por la parte de levante son también amparadas de los holandeses; y si bien la capital de la provincia tiene alguna tropa de dotación, pero por la distancia de las misiones no puede dar el pronto socorro que pide el remedio contra los levantamientos que siempre son improvisos. Está su total fuerza repartida en muchos destacamentos y a distantes situacio– nes; testifica esto y más el Prefecto de misiones en toda su carta de 20 de octubre de 1770, letra E. Considerando los misioneros esta falta de sujeción que tienen los indios para de ahí poder ellos levantarse y huirse siempre que quieran, suplicaros a S.M. por una escolta fija de 30 soldados con su oficial, y en el año de 1763, día 22 de diciembre, fue servido con real orden man– darle al Sr. Gobernador y Comandante de la provincia le suministrase de pie fijo a dichos misioneros 20 ó 30 hombres de tropa con un oficial de buena conducta para custodiar los pueblos, pero experimentaron los misioneros que jamás se les señaló dicho número de tropa y que en el día está reducido al de once hombres, como lo asegura el Prefecto en sus puntos de instrucción adjuntos, letra F, párrafo 8?; por lo cual se con– firman en el pensamiento de que, no teniendo sujeción aquellos indios, aun los más antiguos de Misión, no debieran entregar sus pueblos, aun– que fuesen árbitros de hacerlo, por no considerarlos en este estado en el día de hoy. Parece que aun les puede servir de mérito a los indios más antiguos de estas misiones, para dilatarles el pagar tributo, el haber sido emplea– dos en trabajos de la Real Expedición por más de nueve años; en el de formar y mudar ciudad y pueblos para el fomento de la población de la provincia, y para el continuo de 23 años a esta parte en las muchas rea– les fábricas, todo con jornales cortos con que se les ha pagado, como lo afirma el Sr. Obispo en su visita, letra D, párrafo 4?, y a veces sin pagar– les ni jornal ni raciones, como se lo dice el prelado al Sr. Comandante en su carta primero de abril de 1771, letra G, párrafos 2, 3, 4, 5, y lo con– fiesa éste en su carta de 23 de marzo de 1771, letra H, párrafo 5?. Con lo dicho me parece haber respondido sobre el estado que tie– nen hoy las misiones de Guayana en orden al asunto de tributar a la real corona, pero , si a V. le convienen otras noticias para ponerlas en la comprensión del Real Consejo de Indi as, acompaño en plan otro estado de ellas, extractado del último que envió el R.P. Pref ecto, año de 1772, letra I, en el que se ve que de los cuatro pueblos de Caroní, Murucuri,