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174 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAt DE VENEZUELA cultad en que el dicho P. Provincial fuese constituido en el empleo de Comisario, que apetecía, pues con iguales motivos que alegaron los dos Provinciales de Navarra y Aragón fueron separados por ese Real Con– sejo de esta Comisaría general, que desde el principio de las misiones de Indias de nuestra sagrada Religión había estado en los Provinciales de esta provincia, y sin aviso o consulta de este Real Consejo a esta Comisa– ría están siguiendo su separación, debo confesar a V.S.I., que he mirado a la misión de Cataluña como no correspondiente a mi inspección, y he remitido fielmente al presente P. Provincial de Cataluña todos los docu– mentos que su misión de Guayana me ha dirigido, y al presente puedo dar muy poca razón del estado en que se halla. Este R.P. Provincial me escribió, con fecha de 5 de agosto, carta que recibí en Granada, en que me pedía letras obedenciales para que el R.P. Fidel de Sautó pasase a sea corte en compañía del P. Fray Jaime de Puigcerdá, que acababa de llegar de las misiones de la Guayana, y venía comisionado con poderes bastantes de aquella misión; de lo que inferí que ese Real Consejo no había aun determinado sobre el memorial expre– sado; y con efecto le remití las letras que me pedía. Y el correo pasado recibí carta del R.P. Fr. Fidel, en que me decía que salía para esa corte, por lo que me persuado que se habrá presentado ante ese Real Consejo, y no dudo que dará evidencias correspondientes a todas las preguntas que V.S.I. me hace en esta carta. Pero, por cuanto la misión que esta provincia ha tenido algunos po– cos años en el Alto Orinoco, que parece que corresponde al territorio del Gobernador y Comandante de la Guayana, cuyos misioneros han ex– perimentado muy extraños tratamientos de dicho gobernador, y que pue– de el conocimiento de ellos conducir mucho para que el Real Consejo tenga un exacto conocimiento de lo que allá pasa, y de la causa de que di– cha misión del Alto Orinoco haya quedado ya sin ministros, y de que nin– guno de los hijos de esta provincia de Andalucía pida, por más que yo in– sista, para ir a dicho territorio, he mandado a mi Procurador general de misiones que forme un breve certificado de las violencias e irregulares acaecidos que han ocurrido en estos pocos años que la misión dicha ha durado , pues siendo éstas muy hermanas de la que en el día está pade– ciendo la misión de los Padres catalanes, no dejarán de hacer algún peso. Todos los Capuchinos deseamos concurrir a las reales intenciones del rey nuestro señor, que Dios guarde; todos sacrificamos la vida gustosa– mente en el servicio de ambas majestades, pero no podemos mirar sin do– lor y desconsuelo cuando los ministros reales por abultar sus méritos y