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22 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA del casabe necesario para el cotidiano pan y de su importancia, rebajan– do el costo, no les alcanza para vestirse ni a sus familias, por cuya ra– zón y asegurado de las pingües tierras que tienen dichos naturales en las inmediaciones de sus pueblos que de paso reconoció Su Señoría, siendo asimismo informado de dicho R.P. Prefecto y misioneros de que por su fertilidad son muy a propósito para establecer todas calidades de haciendas, y considerando que con facilidad podrán dichos indios esta– blecer en las mencionadas tier ras una hacienda de arboleda de cacao por ser fruto de mucho valor y que les puede lucrar no tan solamente para el costo y transporte de sus frutos, vestirse todos medianamente, sine que también tendrán de donde pagar a Su Majestad el tributo que fue– re servido asignarles cuando lo tenga por conveniente, y además de ello tomarán otro ser y fomento dichas misiones; por lo que atento, en nombre del rey nuestro señor, exhorta y requier e y de su parte ruega y encarga Su Señoría a dicho M.R.P. Prefecto se sirva hacer que los Reverendos misio,neros esfuercen a los indios de sus respectivos pueblos a que desmonten, labren y establezcan en las tierras más útiles y a pro– pósito un plantaje de comunidad para hacienda de cacao, dirigiéndoles y asegurándoles con su buen régimen el establecimiento y cultivo de di– cha hacienda , con lo que se promete tendrá efecto su establecimiento por la poca capacidad de ellos, y que, de verificarse, que sean en el estado de que cosechen sus correspondientes frutos, se vendan por direc– ción de dichos RR. Padres misioneros a beneficio de dichos indios, lle– vando el mismo orden que han observado en los que hasta el presente cosechan de yuca y maíz, reduciendo su producto a ropas para que se vistan y en lo demás que sea de su mayor utilidad y se consigan los fi– nes a que se dirigen el establecimiento de dichas haciendas, y que por ningún pretexto consientan se cultiven labranzas de caña, por lo perju– dicial que son a los indios la saca de aguardiente, que es a lo más que se reduce su fruto y los perjuicios que de ello seguirse pueden a las mi– siones, antes sí procuren conservar a todos los españoles que quisieren plantar haciendas de cacao, o crianza de ganados, atendiendo a que con el tiempo se puede lograr alguna población a poca distancia de dichas misiones, que la custodien y sirva de seguro; y asimismo soliciten se fo– menten las mencionadas casas y calles de todos los mencionados pue– blos , haciendo cuadra, señalándoles a cada indio cabeza de familia el terreno correspondiente para la fábrica de ella cerca de su corral para la crianza de sus aves y animales, en que se ejercitan, quedando Su Señoría de informar a Su Majestad del estado de dichas misiones, providencias