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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 21 136 Auto de acción de gracias del gobernador Diguja a los misioneros capu– chinos de Guayana y providencias contenidas en él (Santo Tamé de Gua– yana, 25 febr ero 1761) . - Copia autenticada (AGI, Caracas, 202, Autos de la visita de Diguja, pieza tercera, ff . 67v. - 71r) . En la ciudad y presidio de Santo Tomé de Guayana, en 25 días del mes de febrero de 1761 años, el Señor D. José Diguja Villagómez, Co– ronel de los reales ejércitos, Comisario de la Real Expedición de Lími– tes, Gobernador y Capitán general de estas provincias de la Nueva An– dalucía , Nueva Barcelona, Tierra Firme y Guayana , sus costas y presi– dios, y en ellas superintendente del ramo de la Cruzada por el rey nues– tro señor: Habiendo visto los autos operados sobre la visita de las mi– siones de esta provincia, que están a cargo de los RR. PP. misioneros capuchinos catalanes , de los que consta la mucha eficacia, celo, amor y solicitud con que se dedican en la predicación evangélica a los indios, en– señanza de la doctrina cristiana, buena política, régimen y gobierno en que los tienen instruidos y sujetos , prestando por ello rendida obedien– cia al rey nuestro señor, a dichos Reverendos misioneros y a las justi – cias de sus respectivos pueblos , y éstos en buen orden en cuanto a la fa– bricación de sus casas y abastecidos de abundantes víveres que cosechan, y a los niños en tocar varios instrumentos para solemnizar las festivida– des que celebran en sus iglesias, con todo lo demás que por extenso parecen en dichos autos: Por tanto dijo Su Señoría que, atendiendo a la exactitud con que desempeñan su apostólico ministerio, dando entero cumplimiento a la real voluntad de Su Majestad, que Dios guarde, en cuyo real nombre daba y dio Su Señoría al M.R .P. Fr. Fidel de Sautó y a su Reverenda Comunidad repetidas gracias por el fervoroso celo con que se dedican en el fomento de dichas misiones y en las nuevas reducciones que se hallan poblando, prometiéndose continuarán en lo sucesivo con la mis– ma igualdad que hasta aquí en tan santo ejercicio y servicio de ambas majestades. Y porque de la mencionada visita reconoció la total desnudez que la mayor parte de dichos indios padecen por ser sus labranzas de maíz, yuca y plantanal , cuyos frutos no les es de mayor utilidad por su ínfi– mo valor, como se verifica en las tres misiones inmediatas que ha visita– do Su Señoría, las que proveen a los militares y vecinos de esta ciudad