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144 FUEN TES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA siciones, que he considerado precisas para el deseado efecto de la pobla– ción y buen gobierno de esta vasta y desconocida provincia, no puedo dejar de llevarlas a debido efecto, ínterin el rey resuelve otra cosa". Pues, señor, según el tenor de sus providencias, V.S. no quiere hacer otra cosa sino lo que su Real Majestad ordenare; es así que lo que ordena Su Majestad es de que obedezcamos a sus cédulas y reales leyes, que están existentes y vivas, y que no prevalezcan a ellas epiqueyas con– trarias, luego V.S. y nosotros debemos estar a lo que Su Majestad or– dena en las leyes y cédulas, que ya cité, y no a la contradictoria y con– tingente presunción, y así haré toda diligencia, como debo, para que Su Real Majestad sea servido quede impuest o de todas las verdades y re– suelva todo lo que en esto se hubiere de observar, que así lo expresa la citada cédula. Dios guarde a V.S. muchos años. Purísima Concepción de Caroní, a 26 de junio de 1771. Besa la mano de V.S. su más afecto servidor y capellán, Fray Bruno de Barcelona, Prefecto (firma y rúbrica) 179 El Comandante de Guayana D. Manuel Centurió n expone la conducta de los misioneros capuchinos que pretendían el gobierno político y civil de los pueblos de indios, que doct rinaban en esta provincia (Guayana, 29 ju- lio 1771). - Original (AGI, Caracas, 352). Excmo. Sr. Muy señor mío: A lo que tengo representado a V.E. en fecha de 20 de junio último, debo añadir ahora que, insistiendo siempre los Pa– dres Capuchinos catalanes misioneros de esta provincia, en que es pri – vativo a ellos el gobierno político, civil y económico de los pueblos de indios que doctrinan, han continuado su resistencia y oposición al esta– blecimiento del Juez territorial y cabo a guerra que comisioné para que gobernase los cuatro pueblos del río Caroní con la voz de Comandante militar y corregidor, por ser la más conocida y usada de los misioneros y la más significativa e intelig ible para que los indios le reconozcan por su jefe; pero esta providencia en sí es tan odiosa a estos misioneros, por