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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 129 chas en menos de tres años, que, a no ser la grande asistencia de la co– munidad habrían perecido de una vez, ahora nuevamente pretendió mu– dar otra vez a los dichos indios al sitio de Panapana, violentando moral– mente con palabras y amenazas a los indios, y por suplicarle el Padre misionero con mucha aflicción que dejase perseverar a los pobres indios en aquel sitio, a más de que se miraban sumamente aborrecidos de tan trabajosas mudanzas. El sitio de Panapana es incapaz de conservar pueblo por no tener tierras de labor. Con esta representación tan justa y llena de sumisión se irritó tan– to el Comandante general que no reparó en tratar al Padre misionero con términos indignos, como de impostor de marañas, etc ., como consta por la carta, fecha Guayana, 15 de febrero de 1771, y con otra de 23 de febrero de 1771 le trata de niño raposo confirmado hasta la gazmo– ñada, y de otros dicterios que contienen implícitos las cláusulas de dicha carta, y con esta variación de proyectos los indios llegan a exasperar, diciendo que tomarán veneno antes que mudarse a otro sitio por no poder aguantar más. 10. - El Sr. Comandante general, con sus regulares y porfiadas ins– tancias y sin orden de Su Real Majestad, estando presente el teniente coronel D. José Antonio de Espeliús, ingeniero, precisó con sus instan – cias a los RR. PP. Prefecto y Conjueces, que condescendiesen al desmon– te de la isla de Fajardo con dos peonadas de 120 peones cada una, cos– teando la comunidad todos los víveres de carne y casabe, y los indios trabajando sin paga; que si se hubiere de pagar, importara más de 1.103 pesos, y este proyecto tuvo la mala resulta de quejarse los indios porque no les pagaban su trabajo, y al Prefecto y Conjueces les acarreó dis– gustos y contumelias por no querer suministrar más peones y víveres que los sobredichos; y ahora causó la inopinada introducción de corre– gidor en los cuatro pueblos de Caroní, Montecalvario, Murucuri y Ca– rauachi, sin atender que de estos pueblos los tres no están todavía en es– tado de demora, y sin preceder información a Su Real Majestad. Y así se suplicará al rey nuestro señor, que no permita semejantes violencias en los jefes, porque, a fin de evitar mayores males, muchas veces se de– clina en injustas condescendencias. 11. - Por haberse experimentado que en las entradas de guaraú– nos que mandó hacer el Comandante general en los caños y bocas del Orinoco, han sucedido muchas muertes injustas; se han sacado los indios sin prevención de tierras de labor en donde colocarlos, y por esto haber muerto muchos de hambre, y por colocarlos después en sitios en donde

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