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114 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA 1; parece que se ha contentado con esta represalia y no ha reclamado formalmente los esclavos que después han desertado de Esquivo a esta provincia ni aun ha procurado la recaudación de 762 pesos producidos de la venta de 5 esclavos desertores anteriormente de Esquivo que, por vía de depósito y para entregar a los interesados, se pusieron en estas cajas por disposiciones de D. Mateo Gual y D. José Diguja, gobernador de Cumaná, como consta de las piezas n. 7, y, si bien es verdad que Nicolás de Lassarie, secretario de la policía de la colonia de Esquivo, vino de allá y dio poder, en 8 de septiembre de 1766, a D. Vicente Fran– co, vecino de Guayana, para que reclamase y consintiese en la venta de 38 esclavos negros que en aquellos años desertaron de la colonia a esta provincia, sobre cuyo asunto están los autos pendientes por haber muerto y espirado el poder que dio a Franco, como quiera que los sucesores de aquel no han ocurrido, persuadidos tal vez a que por recíproca corres– pondencia nos apropiaremos sus negros así como el director de Esquivo se apropió los de Franquiz y Arocha, desertados de Guayana; y que así el producido de los 29 esclavos como los 762 pesos anteriores se ha– llan consumidos en los presentes para subsistencia de la tropa formada por mi antecesor D. Joaquín Moreno, que hasta ahora no se ha pagado en Santa Fe su correspondiente haber desde el año de 64 hasta el de 68, necesitamos ahora sobre este asunto la respectiva providencia de Su Ma– jestad para satisfacer con ella a los interesados, ya que ha llegado el caso de su reclamo por el ministro de Holanda. En cuanto a que los españoles hayan inducido a los esclavos de Es– quivo para su fuga, no hay probabilidad alguna, porque ni es creíble que hubiese persona que se arriesgase a esta diligencia tan peligrosa sin más estímulo que el hacer bien a los negros , ni Gravesand cita sujeto ni ejem– plar y sólo habla con voces generales que nada prueban, contra lo jus– tificado en este asunto en la pieza n. 1, así como sobre la construcción de casas fuertes tan cerca del territorio de la república, ataques de las barracas de la Compañía y matanza de guardas, con que los diputados finalizan su representación. Y ya que Vuestra Excelencia se digna mandarme diga lo que se me ofrezca en el asunto para noticia de S.M., diré que en todo país lo más precioso son las costas marítimas y en los dominios ultramarinos, mu– cho más porque sin ellas las producciones mediterráneas son inútiles. En Ia vasta provincia de Guayana, tan fértil y ventajosamente situada, están todas las costas ocupadas por los extranjeros y sólo nos queda a los es– pañoles en un extremo la embocadura de Orinoco para salir a la mar;

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