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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 107 sos, únicamente existen un oficial y 17 soldados, conforme a nuevo pos– terior reglamento. Bajo estos supuestos , señor, soy de parecer que por ahora, a excep– ción que el católico pecho de V.R.M. sea servido de remitir la anterior escolta y providenciar sobre la pronta asistencia de sus limosnas a los misioneros, sólo son necesarios once religiosos sacerdot es y dos legos en– fermeros para el principal destino de nuevas conversiones en dicha pro– vincia de Guayana, y suplir en cuanto puedan las necesidades que ocu– rren en los pueblos ya establecidos, así por ocupación del prelado en va– rias providencias concernientes al buen régimen, gobierno y socorro de lo necesario para la conservación de sus súbditos, pueblos y conversio– nes, como por los achaques que, por la intemperie de algunas misiones, padecen los religiosos, según reconocí en mi visita, que practiqué allí en el expre sado año de 1766 , después de la cual han fallecido tres; a cuyas circunstancias se añade la de que algunos religiosos, con el moti– vo de haber cumplido los diez años de misioneros o tal vez por sus en– fermedades, procuran su regreso a España, como se ha verificado en tres de ellos después de la mencionada visita. Esto es, señor, lo que, en cumplimiento de la citada real cédula y de mi obligación, me ha parecido debo y puedo informar a V.R.M. so– bre la necesidad de la remisión de los referidos once sacerdotes y dos legos religiosos capuchinos para los ministerios expresados, asegurando a V.R .M. que, por lo remoto y cuasi desierto del terreno de dicha pro– vincia de Guayana, no se hallan personas que puedan dar más exactas noticias relativas a lo que V.R.M. se digna ordenarme, sobre todo lo cual ha informado ya a V.R.M. el Prelado de las enunciadas misiones, y creo habrá hecho lo mismo vuestro Comandante general de Guayana, en vir– tud de instancia de dicho Prel ado, para que representase la necesidad de operario s y en obedecimiento de real orden de V.R.M., con que al mismo fin se halla dicho vuestro Comandante, según así se me ha parti– cipado por el propio Prefecto de las expresadas misiones. Dios guarde a la C.R.P. de V.M. los muchos años que la cristian– dad ha menester. Puerto Rico, 15 de septiembre de 1769. Señor: Fiel vasallo y capellán de V.R.M., Mariano, Obispo de Puerto Rico (fi rma y rúbrica)