BCCCAP00000000000000000000219

58 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA Hermenegildo de Vic, Bernardino de San Feliú, Buenaventura de San Celonio, Félix de Vic, Buenaventura de San Lorenzo o Piteus, Leopol– do de Barcelona, Joaquín de Barcelona, y Fr. Domingo de San Hipó– lito.29 Arribaron felizmente a la misión el 1 de octubre del mismo año. Aunque la expedición fue numerosa, prácticamente no se hizo sino tapar huecos, puesto que en este decenio historiado fueron bastantes los misioneros que pagaron tributo a la muerte; he aquí sus nombres: P. José de Guardia ( 28 octubre 1766), Fr. Juan de Taradell ( 6 noviembre 1767), P. Alejo de Vilasá (7 diciembre 1767), P. Angel de Besalú (2 octubre 1769), P. Jerónimo de Vallfogona ( 29 septiembre 1770), P. Joaquín de Martorell ( 26 agosto 1771), P. Bruno de Barcelona (7 ju– lio 1772), P. Francisco de San Julián ( 30 octubre 1772), P. Fidel de Sautó ( 18 mayo 1773) y P. Buenaventura de Piteus ( 8 octubre 1774). Hay que agregar el P. Pedro de Fulgarolas a quien dieron muerte, el 13 de junio de 1772, los mismos indios que le acompañaban en una entrada por el Paragua en busca de pobladores para su incipiente pue– blo de Curumapati. En total, al celebrarse Capítulo en 1775, eran los religiosos sola– mente 26, es decir, tantos cuantas eran las poblaciones a que tenían que atender. 9 .-Cierro este capítulo dando la estadística de los indios reduci– dos que componían la cifra de 7.537, a los que hay que agregar los habitantes de las villas de Upata y Barceloneta con 350 entre las dos. No quisiera terminar cargando aún más la tinta sobre lo expuesto pero sí hacer constar que los misioneros capuchinos, a juzgar por el contenido de sus cartas, tuvieron que sufrir mucho de parte de Cen– turión y de sus colaboradores, y eso hasta los últimos meses de su gobierno en Guayana. Poco después de haberle sido admitida la dimi– sión en abril de 1776, escribía el Prefecto P. Mariano de Sabadell al P. Provincial de Cataluña: "Ahora más que nunca procura el Sr. Coman– dante general de esta provincia D. Manuel Centurión perseguir tanto a nosotros como a los pobres indios en todo cuanto se imagina, no re– parando en tomar declaraciones contra nosotros de la gente más vil" . 30 29. AGI, Secretaría de Arribadas, Comisaría de Cádíz, 537. Uno de ellos, Fr. Do– mingo de San Hipólito, aunque Hermano lego, se ordenó posteriormente de sa– cerdote y por rescripto apostólico, 17 mayo 1778, Pío VI le concedió autoriza– ción para ejercer en Guayana la medicina y la cirugía (Archivo Diocesano de Barcelona, Regestum gratiarum, 1778, t. 85, H. 35v.-36v.). 30. Carta al P. Provincial de Cataluña, Caroní, 2 agosto 1776 (AGI, Caracas, 967).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz