BCCCAP00000000000000000000219

MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 53 nes lacónicas pero que no tienen desperdicio y por el contrarío reflejan la realidad de los hechos. Centurión, dispuesto a llevar adelante el plan por él trazado, deter– mina primeramente ( J6 abril 1771 ) , escribe después a Arriaga ( 20 ju– lio) exponiéndole su plan , lo implanta ( 2.2 julio) y por fin escribe de nuevo a Arriaga ( 29 julio 1771) acusando a los misioneros que pretendían tener el gobierno político y civil de los pueblos de misión. 11 Y su plan era opner de momento un juez real ordinario en calidad de comandante militar sobre cuatro de los pueblos más próximos a la vie– ja Guayana para que gobierne a los indios "en lo militar, político, civil y económico". 12 Detrás de ese juez vendrían los corregidores en los restantes pueblos misionales y por fin el administrador del hato y de los bienes de la misión. Este exigiría la entrega de cuanto había en la procuraduría de los religiosos: ropas para los indios, machetes, cuchi– llos, etc., y luego haría contar por medio de sus colaboradores todo el ganado vacuno, caballar existente no sólo en el hato principal sino tam– bién en otros varios, para llevar en adelante la administración por su cuenta y sin el menor aviso a los religiosos. Tal modo de proceder levantó incontables protestas entre los mi– sioneros y, para hacer más presión ante el Consejo de Indias en contra de lo dispuesto por Centurión, enviaron a España a los PP. Jaime de Puigcerdá y Joaquín de Martorell en 1771. Este falleció en la isla de Margarita el 26 de agosto; el otro continuó viaje y en Madrid trabajó con ahinco los asuntos encomendados. No es posible seguir todos los trámites porque la documentación es muy extensa. Desde luego el Con– sejo se percató de la importancia del paso dado por el Comandante y, como prevención, se le envió una cédula ( 20 septiembre 1772) avisán– dole "no tomase providencia alguna con los expresados misioneros y cum– pliese sólo lo que se le ordenase" .13 Pero Centurión intentó asimismo que los misioneros entregasen al obispo siete u ocho pueblos que él juzgaba tenían el tiempo regla– mentario para pasarlos de misión a doctrina. Por eso, cuando el obispo Martí propuso, a raíz de su visita, el envío de más religiosos, el Con– sejo, antes de tomar una determinación, consultó a Centurión, quien res- 11. Todas estas comunicaciones y algunas más se encuentran en AGI, Caracas, 137. 12. Así lo dice en su carta al Consejo de Indias, 22 julio 1771 (ibid.) . 13. Cfr. LonARES, o. c., 244. El Consejo habla acordado eso mismo el 21 de agos– to de 1772 (AGI, Caracas, 352).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz