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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 51 1768). Sin embargo un año más tarde una real orden (Aranjuez, 16 mayo 1769) desestimaba el recurso del P. Prefecto, zanjando así esta cuestión. 4 Poco después los indios de los cuatro pueblos menciona– dos se trasladaban a otro sitio, formando dos nuevos: Santa Ana y Montecalvario, próximos a las riberas del Caroní. A ese mismo deseo de seguridad y sobre todo de expansión del dominio español obedecieron, a mi juicio, las expediciones a Parime para ir formando poblaciones por aquella parte y quizás también para completar la labor de los comisionados de Límites, que había sido de casi ninguna eficacia en la demarcación de las posesiones de portugue– ses y españoles. Por cierto que echó la culpa del fracaso de dichas ex– pediciones, dirigida una por Nicolás Martínez, en 1772, y la otra por Vicente Díez de la Fuente, en 1774, precisamente a los religiosos, acu– sándoles de que no habían ayudado e incluso obstaculizado a los expe– dicionarios, cuando aquéllos confiesan que les ayudaron dentro de sus posibilidades, enviando indios para el transporte de las curiaras, soco– rriéndoles con bastimentas, etc. 5 A propósito de estas expediciones Humbert agrega: "Estas uto– pías no impidieron a Centurión obstinarse en lograr aquel fin, de cu– ya realización dependía, a su parecer, el asentamiento de la dominación española en Guayana, a saber, la expulsión total de los holandeses". 6 Fueron muchas las quejas presentadas en años anteriores, particular– mente por el gobernador de la colonia Esequivo, Gravesande. Ahora, en tiempos de Centurión, se promovió un expediente nuevo por las que– jas que el ministro holandés en Madrid elevó al gobierno español, ale– gando que los españoles atacaban las posiciones de la colonia. A requeri– miento de aquel el Comandante de Guayana rebatía la exposición de los holandeses, afirmando que los españoles nunca habían atacado territo– rio holandés: que si se trataba de que por la parte del Cuyuní los cari– bes habían venido o se habían establecido en territorio español, era 4. Toda la documentación relativa al traslado de estos pueblos se encuentra en AGI, Caracas, 228, 229 y 252; en este último legajo hay una carta del P. Fé– lix de Tárraga, Misión de Santa Ana, 12 marzo 1771, en que lamenta la po– bre situación de los indios trasladados. 5. Esto motivó todo un largo expediente en el que hay cartas, informes, declara– ciones de testigos y de otras personas buscadas a propósito (Archivo General de la Nación, de Caracas, Misiones, VI, ff. 1-80: E;ernplar del expediente ori– ginal que trata sobre los excesos experimentados en la real expedición del Pa– rirne, a que han dado causa los RR. PP. Capuchinos catalanes . .. ) 6. J. HUMBERT, o. c., 270.

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