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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 47 7.-El P. Prefecto resaltaba ese mismo año la aportación grande prestada a Moreno para llevar adelante su obra: se le habían enviado 1.084 peones en varias ocasiones; 4.800 arrobas de casabe; 1.251 arro– bas de carne salada más 14 bueyes; más de 100 fanegas de maíz; pero hacía notar algo más importante para la marcha de la misión: que así religiosos como indios e indias "todos hemos de estar ocupados en servit al señor gobernador en estas fábricas, lo que nos impide hacer nuestras entradas a los bosques" . 30 No sólo esto. Con la mencionada cédula del 4 de junio de 1762, vi– no una real orden de D. Julián de Arriaga (5 de junio) por la que se mandaba el traslado de los indios del pueblo de Suay a Angostura, con sus ganados, etc., y además les prohibía hacer nuevas sementeras de víve– res en las márgenes del Orinoco desde Angostura abajo, lo que quería de– cir que tampoco podría tenerse allí pueblo alguno. 31 La mutación de Suay se hizo necesaria puesto que el clima era mal– sano, como reconocen los misioneros; se llevó a cabo ese año de 1765, pero, en vez de llevar a los indios a Angostura, a lo que se opusieron éstos rotundamente, los instalaron en el pueblo de Caroní con anuencia del gobernador y del virrey de Santa Fe. Allí trasladó también su resi– dencia el P. Prefecto, construyendo además casa capitular; en ella vivió a su vez el P. Procurador de la misión. 32 Se llamó en adelante Inmaculada Concepción del Caroní. 8.-Los misioneros fueron de parecer se construyese en Angostura una ciudad, baluarte, defensa y apoyo de Guayana, pero no compartie– ron la idea de que la propia ciudad de Santo Tomé con sus vecinos fue– se trasladada a lugar tan estratégico; sin embargo la aceptaron como también el compromiso de cuidar espiritualmente de sus habitantes. Eso suponía nueva disgregación del personal misionero. Por otra parte tenían a su cuidado 17 pueblos misionales más otros tres en pro– yecto, por lo que se vieron precisados a solicitar más religiosos. Para eso y otros asuntos, entre ellos la tan deseada escolta, fueron enviados a España los PP. Fidel de Sautó y Antonio de Barcelona en 1762. Lle– gado a Madrid, el P. Sautó, presentó al rey el preciso memorial pidien– do, efectivamente, la escolta de 30 hombres con destino a la misión.3 3 30. Carta del P. Prefecto al P. Provincial de Cataluña, Caroní, 20 junio 1765 (STRICKLAND, o. c., 9). 31. Cfr. LoDARES, o. c., 235. 32. M. DE CERVERA, ms. c., n. 128; carta de la nota N~ 30. 33. No lleva fecha pero es de 1763; el original autógrafo está en AGI, Caracas, 391.

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