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44 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA Son muchas las alabanzas que Diguja tributa a los misioneros de Guayana por su comportamiento, por la organización de la misión, por el régimen de la misma, etc., y por lo bien instruidos que encontró a los indios. Pone asimismo un cuadro estadístico de todo y al píe estas in– teresantes notas: "Que todas las misiones de dichos RR. Padres se hallan situadas en tierras fértiles y las que se mantienen abundantes de todo lo necesario para pasar los indios con descanso, todo lo que se logra por la suma eficacia y acertada conducta de los religiosos. -Que las casas en que viven los indios, son suficientes y de bastante comodidad, todas de baja– reque cubiertas de palma. -Que las iglesias son del mismo material, bastantemente capaces, con mucho aseo y adorno. -Que todos los in– dios de dichas misiones, a más de lo con que les asisten diariamente los religiosos, tienen todos sus particulares labranzas de los frutos del país. -Que dichas misiones se mantienen con mucho aseo y buen régimen". Y recapitula el informe en estos datos: los misioneros eran 15 y los pue– blos misionales 16 con un tootal de 5.815 indios reducidos . 18 Por eso de que eran pocos los religiosos y mucha la labor a que atender, Diguja, lo mismo que lo había hecho el obispo, reconoce la ne– cesidad de más personal. De ella se hizo también eco ante el Consejo de Indias el P. Comisario general de misiones, quien, una vez obtenido per– miso de aquel supremo organismo, se dirigió al P. Provincial de Catalu– ña en septiembre de 1759 para que designase diez religiosos al efecto. Fueron éstos: PP. Antonio de Barcelona, Félix de Villanueva, Pedro de Folguerolas, Mariano de Sabadell, Bernardino de Verdú, Antonio de Mar– torell, Manuel de Preíxana, José Antonio de Cervera, Joaquín de Barce– lona, Buenaventura de Santa Colomba y el Hno. Fr. Juan de Taradell, en– fermero. Se embarcaron en Cádiz el 26 de diciembre de 1760 y se agre– garon a al misión el 2 de abril de 1761. 19 El número de misioneros fue entonces de 23. 5.-Los misioneros venían suspirando ya muchos años atrás por que se fundase un pueblo de españoles, sobre todo en vista de que la tan ansiada escolta, compuesta de 20 a 30 hombres, no se les concedía, no obstante las buenas palabras y promesas dadas. Ya expuse cómo al fin se consiguió el envío de 25 familias canarias con destino a establecer el pla– neado pueblo o villa de españoles, en 1739, y también en el mismo si- 18. Cuadro que va al frente de esta tercera pieza (ibid.). 19. AGI, Secretaría de Arribadas, Comisaría de Cádiz, 537; M. DE CERVERA, ms c., n. 122.

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