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10 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA Francisco de Barcelona y Fr. Gil de Villamayor; 26 y por último el de Nuestra Señora de Monserrat, cuya fecha de fundación debió ser a fines de 1699 o poco después. No obstante las dificultades surgidas y sobre todo las enfermedades de los religiosos, junto con la muerte de varios de ellos, la actividad de reducción , conversión y catequización de los naturales no sufrió mengua alguna, de tal modo que en 1707 ya se daban por cristianos y debida– mente instruidos los 919 indios naparimas que formaban las cuatro po– blaciones misionales de Naparima o Guairía, Sabana Grande, Sabaneta y Monserrat, las únicas que habían quedado. No restaban sino 45 infieles, también naparimas, que vivían a su vez en dichas poblaciones. Estas halagüeñas noticias las constataba el gobernador D. Felipe de Artieda en carta dirigida al rey, añadiendo que en los expresados cuatro pueblos había ocho misioneros , mientras que no asistía ninguno en Gua– yana. Por eso mismo él consideraba poco menos que terminada la acción evangelizadora de los religiosos en Trinidad, por lo que añadía era con– veniente quedasen allí solamente dos para atender a los indios, en tanto que los restantes deberían seguir misionando en Guayana. 27 5.-La respuesta a la enunciada carta no se dejó esperar: fue una cédula fechada el 15 de agosto de 1708 y dirigida por igual al gober– nador y al obispo de Puerto Rico. En ella, partiendo de los datos ex– puestos, se ordenaba a uno y otro poner aquellos pueblos de misión en doctrinas y, por lo tanto, el obispo debía sacar a concurso aquellos nue– vos curatos para proveerlos en sacerdotes seculares, según prescribían las leyes de Indias. 28 Sin embargo, llegada la hora de la verdad, recibida la mencionada cédula, el gobernador Artieda no se atrevió a poner en ejecución lo que en ella se disponía. Tampoco su sucesor D. Cristóbal Félix de Guzmán juz– gó viable ni conveniente dar el paso decisivo y correr con el riesgo de exponerse a un fracaso. Pero fue entonces cuando el Prefecto o superior de los misioneros, enterado de todo, reclamó con justicia se llevase a la práctica lo dispuesto por el rey . 29 26. Carta del P. Gabriel de Barcelona, Purísima Concepción de María Santísima, 21 mayo 1700 (AGI, Santo Domingo, 677) . 27. Carta del gobernador Felipe de Artieda, Trinidad, 30 junio 1707 (AGI, Santo Domingo, 677). 28. Cédula al obispo y gobernador, Buen Retiro, 15 agosto 1708 (AGI, Santa Fe, 540, libro 3~, ff. 188v.-197r). 29. Carta del P. Ignacio de Valliogona al gobernador, San José de Oruña, 18 sep– tiembre 1711 (AGI, Santo Domingo, 677, Autos sobre el particular, ff. 2v.-5r.).

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