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358 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA deseaban buscar y convidar a que vinieran a esta provincia unos negros fugitivos de Surinán a esta provincia, que, según noticias de algunos in– dios, habitan cerca de las cabeceras del río de aquella colonia holandesa, y habiendo sabido también en la misma conversación que una obra tan del servicio de Dios y del rey nuestro señor, que Dios guarde, se dejaba prac– ticar por falta de escolta y de facultad para concederles libertad, sin cu– ya gracia se consideraba que no querían venir, fue servido V.S. declarar que daría la escolta necesaria y que concedería la libertad en nombre de Su Majestad a todos los sobredichos negros que viniesen a poblar esta provincia. Juntos en la misión de Suay con motivo del Capítulo los Padres de estas misiones, oyeron de mi boca la relación de la conversación antece– dente y no sólo abrazaron la especie con universal regocijo sino que se ofrecieron a porfía a su práctica y en su consecuencia estoy pronto a em– prender el viaje desde el primer día de enero próximo, que es el tiempo oportuno a solicitar la venida de los negros susodichos, cuidar de su ense– ñanza cristiana, con todo lo demás que se practica con los indios arre– glados a nuestras ordenaciones generales de las misiones de Capuchinos en las provincias de América, confirmada por S.M. en cédula de cuatro de octubre de mil setecientos y siete años. Pero consideramos que una obra tan buena que conduce tantas gen– tes al gremio de la Iglesia, da conocimiento y comunicación del país in– terior y de las muchas naciones de indios que la habitan, padecerá gran– des embarazos por las sugestiones del enemigo común, influyendo en al– gunas personas como indecoroso a su autoridad ejecución de obra tan santa sin noticia ni aprobación, tengo por muy conveniente y aun por muy preciso, para obrar con libertad y con aquella paz tan encargada por S.M. y tan recomendada por nuestras ordenaciones con los ministros del rey, que S.M. se digne de quitar desde luego los estorbos que anuncio, y muy en particular el siguiente: que si se experimentase en los principios, se perdían hasta las esperanzas de tanto bien. La práctica que se observa en esta provincia con los negros fugiti– vos de las colonias holandesas y demás naciones extranjeras, contra lo que se observó en tiempos anteriores, es prenderlos, venderlos y avisar a sus dueños que vengan a recibir el importe, y ellos vienen gustosos en una embarcación, toman el dinero, dejan su recibo y se vuelven. Ni más ni me– nos se intentará hacer con los fugitivos de Surinán nuestra solicitud, no obstante que presentemos la libertad concedida por Vuestra Señoría en nombre del rey, porque se dirá que las facultades concedidas a V.S. por

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