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354 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA camino que abrió Ignacio, salvando el dinero que desembarcó con su persona. El año siguiente de 1749 vino fugitivo de Esquivo a Guayana, por una muerte que hizo en su propia hacienda, un otro holandés llamado Nicolás Colart, que en diez días se puso en la quemada misión de Cu– nury, siendo así que vino con algunos indios de carga. El año de 17 50 el referido holandés Salomón Percico hizo el mis– mo camino, si bien no se volvió a su casa por tierra sino se embarcó en el río de Imataca que sale treinta leguas más abajo de Guayana, como dejé dicho en la respuesta dada al capítulo XIII de la Instrucción. Por estas aguas de Imataca entró en Orinoco y siguió por los caños ya nom– brados su navegación a Esquivo, donde hoy vive y es uno de los indivi– duos de crédito en aquella colonia y de seguida correspondencia con el comandante y el contador de el pueblo de Guayana, y así correlativamente con los Padres y sujetos que hacen algún viso en esta provincia. Aunque bastaban estos ejemplos para dejar probado el camino por tierra, que está abierto para ir a Esquivo, no obstante, para que se conoz– ca hasta donde se extiende la comodidad de hacerlo en estos últimos años, añado que el de 1750 y el de 1753 vino de Esquivo y volvió por el pro– pio camino una zamba que con espíritu varonil llegó a las islas de Caro– ní para comerciar con aquellos caribes. Las ropas y demás especies que condujo, las trajo, unas a hombros de indios y otras, en caballerías, y se volvió con los poitos o esclavos que rescató de los caribes, cuyo comercio es muy útil en Esquivo para trabajar las haciendas y por esto valen tan– to como los negros y cuestan infinitamente menos. Por los ríos solamente. - En la respuesta dada al artículo 12 de la Instrucción quedaron explicados los diferentes pueblos que estaban en las inmediaciones de los ríos que se comunican por medio de el Yarua– rio con el de Esquivo, y en la correspondiente al artículo 13 se dijo que el río Yaruario recibía varias aguas. Esto supuesto, cualquiera individuo que quiera ir a Esquivo por los ríos, sólo puede practicarlo de dos mane– ras: una, embarcándose en los ríos de Miamo, Cunuri y otros que entran en el Yaruario, otra, navegando el Caroní hasta embocar en el caño que despide éste y acaba cerca del Yaruario, con la sola diferencia de ser pre– ciso en tal caso arrastrar las curiaras por aquel istmo. Unos y otros por las aguas del Yaruario entran en el Cuyuní que descarga en el de Esquivo. Esta nagevación es más dilatada para unos que para otros, pues los que toman el punto en las misiones de Cunuri y Miamo, como el nuevo pue– blo de Yaruario, salen más presto al río de este nombre, y los que mon-

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