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328 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA doles por esclavos a los naturales que cautivan, y unos por cautivar y vender, y otros por defenderse, manteniendo crueles guerras, dando muer– te los dichos caribes a los inhábiles, que para ellos son los mayores de 20 y menores de 1O, pudiendo acaecer que con el precio de los que cautivan, que el más es de armas de fuego y mano, se habiliten los indios con su manejo, hagan incontrastables y aun subyuguen a los españoles. 2? - Y tengo por cierto que si V.M. mandase armar una embar– cación con 25 hombres que corseara el río Orinoco, fuera negarles tam– bien a los holandeses e indios caribes el ilícito e inhumano comercio en que con frecuencia por el dicho río se emplean, y, quitado este a benefi– cio de la real hacienda, se les quitaba a los holandeses la esperanza que tienen de restablecerse y aun dilatar sus colonias en dicho río Orinoco, que, de acaecer y que justamente se debe recelar, pueden recibir mucho perjuicio y exponerse con grave peligro las provincias de Cumaná, Cara– cas y Maracaibo, que existen en el continente; y para este tan importan– te cuanto justo reparo, en inteligencia de no haberse podido fabricar un castillo en el caño de Limones del mismo río Orinoco, por ser arenisco y falso el sitio de una islita, en que, si fuera posible su construcción, sir– viera de gran resguardo para el dicho río, como años pasados lo mandó V.M., se considera muy preciso el armamento de la embarcación que ex– preso, pues, con ésta por el agua y la escolta por tierra, se embaraza to– talmente el tráfico ilícito y el paso a los extranjeros, se asegura el país, se sujetan los naturales ya reducidos y abre, presenta a la reducción de muchos indios y que libremente puedan entrar los misionarios a sembrar el santo Evangelio y dilatar sus poblaciones en servicio de Dios y de V.M. 3? - Y siendo tan pocos los religiosos que asisten en aquellas san– tas misiones de Guayana, que no pasan de once y de éstos tres inhábi– les por su ancianidad y la mies mucha en que emplearse, debo suplicar a V.M. se digne mandar al Provincial de Capuchinos de Cataluña apron– te 10 religiosos idóneos para el ministerio apostólico, nueve sacerdotes y uno lego, para que pasen a Cádiz y con orden de V.M. se embarquen por vía de Caracas a su destino de Guayana. 49 - Pongo también en la alta consideración de V.M. que, siendo tan propio de nuestra profesión y estado la piedad y conmiseración, para que los dichos indios sublevados, que muchos de ellos serían cristianos, no pierdan sus almas ni se malogre en ellos la sangre de nuestro Señor Jesucristo, respecto a que con la dicha atrocidad cometida y poseídos del temor del castigo, se hallan viviendo en aquellas espesas montañas, conti-