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306 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA lo de las iglesias, todo; y, pasados dos meses, llegó el competente soco– rro de Cumaná, con que hemos podido permanecer y reparar nuestras mi– siones quemadas, menos la de San Miguel de Hunate, cuyos indios hu– yeron a los laberintos de los caños de Orinoco. Y, para que con el menor costo de la real hacienda de V.M., se lo– gren en Guayana y su Orinoco copia de reducciones y lo que más con– venga a vuestro real servicio, es preciso que se cierre el Orinoco constru– yendo la real fuerza a donde se halla el castillo antiguo o en su Padras– tro, cerro eminente que lo predomina, y una batería en caño de Limones pero fortificar la angostura o Isla Fajardo, en dictamen de los peritos, fuera diligencia inútil para el fin y de muy crecidos costos, tanto por anegarse ésta casi toda, cuanto por ser aquélla totalmente estéril y re– mota, dejando nuestras misiones descubiertas y toda la mejor tierra abier– ta y a la discreción de cualquiera enemigo. Se necesitan asimismo doscientos soldados con el cuerpo de oficia– les y artilleros correspondientes, y que de aquéllos se digne V.M. asignar treinta para escolta de nuestras misiones, dándoles un capitán de los prácticos que vivan y asisten en nuestras misiones, con sueldo competen– te y facultad absoluta para mandar a dichos soldados asignados a dicha escolta siempre que fueren destacados para nuestras misiones, que sólo será en casos precisos, y que el comandante de la real fuerza no pueda negarlos siempre que el Prefecto de la misión los pidiere, porque desde oriente a poniente los inmediatos infieles que tenemos para reducir y po– blar, son caribes y otras naciones bravas y no conocidas, y éstos es inda– ble poblarlos ni reducirlos a vida política y cristiana sin una buena es– colta. Es asimismo medio necesario para el adelantamiento y felices pro– gresos de la Guayana y sus reducciones que sea cabeza de gobierno como lo fue antiguamente, y que permanezca el gobernador todo el tiempo a vuestra real voluntad, siendo el medio más adecuado y eficaz para po– blar la Guayana y su Orinoco, construir sus castillos y baterías con mu– cho adelantamiento de las reducciones, lo que hasta ahora no se ha con– seguido, siendo la total causa y motivo la falta del expresado medio, pues comúnmente los gobernadores sólo eficazmente atienden al lugar de su residencia, y, teniendo el sobredicho gobernador facultad de Vues– tra Majestad para distribuir tierras y conceder las demás gracias que a nuevos pobladores se suelen franquear, abundando como abundan de gente las provincias más vecinas a ésta de Guayana, ocurrirán muchos a poblarla y por habituados al clima de estas regiones no padecerán el de-