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I" 286 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA 97 Carta del P. Benito de Moya al gobernador de Cumaná D. Carlos de Su– cre, pidiéndole ayuda ante el peligro de los caribes (Guayana, 27 septiem– bre 1735). - Copia (AGI, Santo Domingo, 643). Señor gobernador y capitán general Don Carlos de Sucre: Dilectísimo y muy señor mío: Con grande dolor de mi corazón par– ticipo a V.S. el cruel, horrendo y sacrílego destrozo de la misión de Ma– mo; quedaron todas las indias e indios que se hallaron en el pueblo muer– tos y cortados los brazos por bárbara crueldad de los caribes; escapó Juan Miguel con cinco balazos en el cuerpo, su mujer y todos sus hi– jos muertos y se salvaron algunos pocos guaraúnos y una guaraúna y al– gunos de los dichos heridos, etc. Al R.P. Fray Andrés López, después de haberle dado cruel muerte, cortados los brazos, lo ahorcaron, y quemaron todo el pueblo, en el cual sólo se ha hallado una patena medio quemada, una vinajera derretida y dos aras quebradas. Señor, los caribes son muchos y bien de escopetería y municiones, y por los indios caribes de Caroní hemos sabido que quieren venir sobre nuestras misiones por haber los indios guayanos de Caroní ahorcado cua– tro caribes en Cuara por orden de D. Agustín de Arredondo, lo que es verdad, y por haber concurrido con los españoles a hacerles guerra; por lo que nos juntaremos pasado mañana, con el favor de Dios, en Suay, para conferir lo que debemos hacer. El M.R.P. Prefecto ha pedido unos sol– dados para ayudar a los guayanos y no se nos han dado por ser pocos para guardar la ciudad y el castillo, pues la guarnición de servicio actual de dicho castillo no pasa de 24 soldados entre chicos y grandes, con que sólo nos queda la protección y favor del cielo hasta que V.S. nos soco– rra. Los guayaunos de todas las misiones están bien armados de fleche– ría y están algo animosos pero son pocos para tanto caribe encarnizado. El R.P. Prefecto vendrá a servir en ésta y yo pasaré a Caroní, a la mi– sericordia de Dios, que ruego guarde a V.S. muchos años. - Guayana y septiembre, veintisiete, de mil setecientos treinta y cinco. Besa la mano de V.S. su aficionadísimo y obligadísimo servidor, Fray Benito (de Moya).