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274 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA sitio de Cupapuy, con título de San José y otro en el sitio del Ceiva con título de San Francisco de Asís, con gran número de indios y consuelo de dichos Padres y de todos los vecinos de esta dicha ciudad, y se man– tienen para fundar otros dos pueblos, a los que asisten dichos Padres, consolando a dichos indios, a la doctrina cristiana, manteniéndolos con sus visitas y cariñosas palabras a que no se vayan a los montes, esperan– do religiosos para fundar dichos dos pueblos, porque, aunque llegaron el año de setecientos treinta y uno cuatro religiosos: Fray José Antonio de Vique, Fray Antonio de Berga, Fray Buenaventura de Valls y Fray Basilio de Barcelona, los cuales se ocuparon en estas nuevas fundaciones de los nuevos pueblos de Cupapuy y la Ceiva los que de presente con grande amor y celo ejercitan su sagrado ministerio con aprobación de todos los vecinos por sus grandes virtudes, como verdaderos hijos de mi Padre San Francisco. Habiendo yo pasado con escolta de soldados y di– cho R.P. Prefecto a poner a dichos religiosos en posesión de dichos pue– blos, amonestando como amonesté a todos los indios congregados, que obedeciesen a los Padres, los cuidasen con otras más prevenciones que les hice a dichos indios, dejando plantado en ambos pueblos el estandarte real de la santa cruz, de lo que quedaron los religiosos muy consolados y animados para proseguir en sus ministerios religiosos, dándome en es– to muchas gracias y al dicho señor gobernador, habiendo precedido an– tes de esto, el año de sectecientos y veintiocho, el contagio de viruelas en dicho pueblo de Suay, Amaruca y Caroní, en donde murieron muchos indios, y vide ( sic) con el celo, cariño y afabilidad que dichos Padres tratan a los indios, exhortándolos a nuestra santa fe, bautizándolos, lim– piando sus cuerpos a los enfermos, dándoles de comer y curándolos de un todo. Y dicho contagio pasó a la tierra adentro en donde se morían mu– chos indios, lo que precisó a dicho señor gobernador el pasar a dicha tierra, llevándome en su compañía con otros soldados y vecinos y el R. P. Fray Benito de Moya, que actualmente se hallaba de Prefecto, a bau– tizar los párvulos que se hallaban en peligro, y otros grandes, exhortán– doles, se bautizaban, en donde con muchísimos trabajos y grandes fatigas, sin tener que comer y muchos días que se nos pasaron sin tener agua que beber, nos mantuvimos por espacio de un mes, dejando el dicho R. P. Fray Benito de Moya los indios muy consolados, y también lo vino el dicho señor gobernador y toda la comitiva por ver el cariño y modo del dicho R. P. Fray Benito que había usado con los dichos indios, y asimis– mo tengo conocido el amor y cariño que dichos Padres tienen así a los in-

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