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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 265 yo beneficio agradecidos todos les damos los debidos agradecimientos con deseos de obedecer cuanto nos mandaren. Y por cuanto la M. Rvda. Definición tenga alguna noticia de lo mu– cho que hemos procurado adelantar estas nuevas reducciones, que fue el fin principal a que fuimos mandados de la M. Rvda. Definición, y hacerles contar la verdad, mando la adjunta certificación del señor go– bernador, dada a petición suya, para presentarla al Real y Supremo Con– sejo de Indias en manifestación de lo que dicho caballero ha obrado en estas provincias, y lo que nosotros hemos cooperado en aumento de estas nuevas misiones, las que actualmente se componen en la forma siguien– te: ésta de Suay que contiene 221 almas; la de Caroní, 339 almas; la de Amaruca, nuevamente principiada, cien almas, y en otros dos para– jes tenemos indios congregados para cuando llegaren Padres: en el uno, 314 indios, y en el otro, 160 indios, con sus dos pueblos también princi– piados, que vienen a ser cinco pueblos entre todos. De todo lo cual está informado el Real Consejo de Indias por re– petidos informes del señor gobernador y señor obispo de Puerto Rico, quien el año pasado de 1730 visitó esta provincia, y en esta misión de Suay confirmó 206 indios, de lo que quedó muy contento y edificado por haber sido el primero obispo que ha visitado estas provincias, e informó de todo a Su Majestad a favor de las misiones . Y suplicándole con todas las instancias posibles a dicho señor obis– po pusiese curas en las dos doctrinas de la isla de la Trinidad y real fuer– za de Guayana, respondió que sentía el no podernos favorecer en esto por no tener clérigo que poner en ellos, y por esto dudo puede tener efec– to la carta que mandó el M.R.P. Félix de Arenys en nombre de la M.R. Definición a los tres Padres Segismundo ( ¿Raimundo?) y demás, y la que remitiré a los dichos por medio del señor gobernador. Pero siendo ver– dad la noticia que hemos tenido de que en la isla Margarita están seis Padres catalanes haciendo misión en ella, quedaremos consolados con ellos dentro de dos o tres meses. Que es cuanto se me ofrece participarles, remitiéndome a las car– tas del P. Benito de Moya que remite al M.R.P. Félix de Premiá, por no poderme dilatar más, y me perdonen la molestia. Mientras, quedo rogan– do al Señor les guarde para obedecerles en cuanto me mandaren. De esta misión de Suay y mayo, a los 23, de 1731. De Vuestras Paternidades Muy Reverendas el más humilde súbdito, Fray Tomás de Santa Eugenia, Prefecto (firma y rúbrica)