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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 213 neral nos dio licencia para pasar a la isla de la Trinidad con la balan– dra del capitán D. Antonio del Castillo, y por medio de D. José Arias, gobernador electo de la isla Margarita. Con que la salida de Puerto Rico de la misión se debe al general de la armada, al gobernador elec– to de la Margarita y a D. Antonio del Castillo y no se debe al mencio– nado Miguel Enríquez, como escribí a V.M. por duplicado; así se le debe el haber sustentado de víveres la misión los cinco meses que nos ha precisado a detenernos en dicho Puerto Rico. No puedo dejar, señor, de manifestar mi sentimiento sobre lo que tengo antes referido, respecto de haberse detenido tanto tiempo la mi– sión por falta de providencias, cuando con tanto celo del servicio de V.M. había solicitado esta misión, con haberme detenido un año en esa corte y prevenido también las providencias para que en Puerto Ri– co no se nos detuviese un instante, para que no se malograse el buen celo que tiene V.M. en enviar esta misión a la provincia de Guayana. Y con todo ha sido nuestra detención del modo que tengo referi– do, porque los gobernadores y oficiales reales no han querido dar nin– guna limosna ni para sostenernos ni para aviamos de víveres y embar– cación. Todo lo cual pongo en noticia de V.M. para que, en otro des– pacho de la misión, sea servido mandar se den otras providencias para que no se malogre el buen celo de V.M. en enviar misionarios. Dios guarde a V.M. como necesitamos todos. - Isla de Vieca y fe– brero, 25 de 1718 años. Señor: Besa los pies de V.S.R.M. su más fiel y leal vasallo, Fray Raimundo de Villafranca, Presidente superior (firma y rúbrica) 58 Carta del gobernador de Trinidad y Guayana, D. Pedro de Yarza, al rey para darle cuenta de lo sucedido con la misión de Capuchinos llegada en 1718 para uno y otro sitio (Trinidad, 15 enero 1719 ). - Copia autenticada (AGI, Santo Domingo, 809). Señor: En ocho de mayo del año prox1mo pasado tengo dado cuenta a V.M. con autos sobre las diligencias hechas por mi parte a fin de que Fray Raimundo de Villafranca, Prefecto de las misiones que V.M. fue ser-