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212 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUF.J.A tenido por bien, y, para que tenga cumplido efecto, os mando que de las familias que están obligadas esas islas a conducir a las Indias, por razones de su asiento y permiso, dispongáis precisamente a que, dentro del más breve término que sea posible, hagáis se apronten las dichas cin– cuenta familias, o el mayor número que por ahora se pudiere de ellas, para la población de la Guayana, o las que los religiosos capuchinos de esta misión erigieren, prohibiendo no se puedan cambiar a otras par– tes de las Indias familias algunas sin que primero o al mismo tiempo se remitan éstas, ejecutando las más exactas diligencias para que con la mayor brevedad se transporten las mencionadas familias y los dos religiosos que con ellas han de ir a la isla de la Trinidad, dándoles a unos y a otros embarcación competente y todo lo necesario para su pa– saje a ella: que así lo espero de vuestro celo. Y de haberlo ejecutado así me daréis cuenta. - Fecha en Buen Retiro, a veinte de septiembre de mil setecientos dieciséis. - Yo el Rey. - Por mandado del rey nuestro señor, Don Fernando Castrejón. 57 Carta del P. Raimundo de Villafranca al rey refiriendo lo sucedido a la expedición de misioneros con destino a la isla de Trinidad y Guayana (Isla de Vieca, 25 febrero 1718). - Original (AGI, Santo Domingo, 678). Señor: Pongo en la noticia de V.M. de cómo por duplicado, de fecha de 25 de noviembre de 1717, puse en la noticia de V.M. de que había arri– bado a la isla de Puerto Rico la misión de Capuchinos a los principios de septiembre de 1717 y que, después de algunos meses de detención en dicha isla, por medio de D. Miguel Enríquez pasamos los misionarios a la isla de la Trinidad. Y por ésta ahora doy noticia a V.M. de cómo hemos quedado engañados, pues que pasándonos de día en día de que nos despacharía con su balandra y nos aviaría de cuanto necesitásemos, con esta palabra del mencionado Miguel Enríquez ha estado detenida en dicha isla la misión referida de Capuchinos de la provincia de Ca– taluña más de cinco meses. Pues ahora, día de la fecha, es la ocasión cuando hemos podido salir de Puerto Rico, que hemos venido con la ar– mada de Barlovento al desahogo de la isla de Vieca y, después su ge-