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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 209 plimiento a sus buenos deseos por no hallar en aquella tierra de quien echar mano para ello. Siguiéndose también el inconveniente en lo tem– poral de que, influidos de algunos malos españoles por sus propios intere– ses, suscitan discordias y mueven guerras como la que por ellos se origi– nó en San Francisco de los Arenales, donde, entre otros muchos, mata– ron al gobernador y tres Capuchinos misionarios. A que se añade que los indios de las encomiendas, con el título de la libertad y licenciosa vida, llevan y atraen a sí a los ya educados, reducidos y poblados en las misiones, como al presente sucede con 40 familias que han llevado, so– bre cuya restitución ganaron los misioneros provisión de la Real Au– diencia de Santa Fe de Bogotá y no se ha dado cumplimiento a ella, en– grosando con esto los encomenderos sus intereses y minorando los que son propios de V.M., a cuyo real patronato conviene se agreguen del todo las dichas encomiendas, pues, no habiendo título para que las gocen los encomenderos, se sigue el bien espiritual de más de 800 almas en las tres encomiendas que tiene la isla y el aumento de la real hacienda en los diezmos y otros derechos y tributos que resultarán cultivando las hacien– das de los españoles, cuyas tierras se quedan incultas por falta de opera– rios. De tal suerte que, entregándose estas almas a la dirección de los misionarios con los pueblos que eran sus misiones, los cuales de orden de V.M. quedan a la dirección y gobierno del Ordinario, sacarán las di– chas almas de los errores en que se hallan y habilitarán y aprontarán con los demás indios de dichas misiones para el trabajo en servicio de V.M., de forma que, perfeccionados en los rudimentos y hábiles para tributar, pasarán los misionarios a continuar sus reducciones en la Guayana, man– dando V.M. se les den los medios necesarios para ello, como el suplican– te deja referido. 7. - Que por cuanto V.M., en su real cédula de cinco de agosto de 1702, se sirvió mandar que los indios convertidos comenzasen a tribu– tar luego que se verificase haberse cumplido los veinte años de la indivi– dual reducción de cada tributante, se originan muchas dudas acerca de la inteligencia de la dicha reducción, entendiéndola unos desde el día que los indios se cazan en el monte y traen a población, y otros, más rigurosa y fundamentalmente, desde el día en que se baptizan, para cuyo efecto y evitar las controversias que de aquí se originan, conviene al real servicio de V.M. se mande explicar y declarar lo que debe ejecutarse. 8. - Que necesitando muchas veces los misionarios universalmente de todas las misiones recurrir para su gobierno regular a su prelado