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204 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA Muy sus siervos capuchinos que la mano de V.S. besan, Fray Igna– cio de Vallfogona, Prefecto; Fray Raimundo de Villafranca, Fray Severo de Barcelona, Fray Ambrosio de San Julián. 53 Carta del gobernador de Trinidad sobre el estado de las misiones en aque– lla isla (Trinidad, 6 mayo 1714) . - Original (AGI, Santo Domingo, 678) . Señor: En carta de 8 de marzo de este año dí cuenta a V.M. de la llegada a esta isla del Rvdo. Padre Obispo de Puerto Rico y de lo acordado so– bre lo resuelto por V.M. en el real despacho del 15 de agosto de 1708, teniendo presentes las reales justas leyes 40 y 46 del título 6'\ y que los misionarios dejaron solos a los indios después de su erección a doctrinas, cuya causa me hizo pasar luego y sin dilación, como consta de los autos, llevando operarios evangélicos y consiguientemente hice los inventarios de lo que dejaron y hallé en los templos, sacristías y casas, de que dí cuenta al superintendente, remitiéndole bajel para que viniesen los cu– ras propietarios a mi costa por la gloria sólo de acertar a servir a Dios y a V.M., en que se mantengan los naturales de este territorio en nues– tra santa fe católica. Al mismo tiempo quedaba sacando el testimonio de los autos, que con ésta van incluso, para que en su vista ordene V.M. lo que fuere servido. Vuelto el referido bajel me conduje al cura que presenté para los neopullos (sic) encomendados y queda en posesión de su beneficio, el cual trajo razón de quedar enfermos los de Naparima y los espero por horas en atención a el empeño que sobre este punto hace el referido Rvdo. Padre Obispo, y, en ínterin que mejoran y vienen, les mantengo el re– gular de el Orden de Predicadores que consta en los citados autos, va– rón que con gran satisfacción mía da providencia a los cuatro pueblos con amor y caridad, estando los naturales pacíficos y gustosos. Quedo disponiendo la imposición de sus tributos, como V.M. man– da en el citado despacho, en que he hallado alguna dificultad que con prudencia voy venciendo para asegurarlos, y tengo dispuesto, en su vir– tud, hacerles ordenaciones para el mejor régimen y gobierno de ellos. Y desde ahora para cuando llegue el caso, soy de sentir no se encomien-