BCCCAP00000000000000000000219
MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 201 tieda, por el junio de 1710, la real cédula fecha en Buen Retiro, a 15 de agosto de 1708, la cual, por haberse despachado por duplicado, recibió también Vuestra Señoría poco después de llegado a este gobierno, cuya real orden, dándolo por presupuesto y remitiéndonos a él, por lo que se ofrece sólo decimos que siendo preciso, por su tenor, el retirarnos de las misiones de esta isla, escogimos el mejor medio. El año próximo pasado por febrero en que el Sr. Obispo estuvo en dichas misiones, exhortándole jurídicamente a que se ejecutase con bre– vedad, con lo que conseguimos la promesa, tacto pectare, de su S. Ilma. que por todo el mes de marzo de aquel mismo año estarían los curas sucesores de nuestra ocupación, haciéndose su S. Ilma. el encargo de las 1.200 almas de indios de todos los cuatro pueblos de estas misiones, según fue servido dejado provisto con el auto definitivo de visita en el libro de los Santos Bautismos de la misión de la Sabana Grande. Tres meses después fue servido su S. Ilma. escribiendo desde la isla de la Margarita, diciendo quedar ya colados los curas nuestros sucesores y só– lo detenidos por falta de bajel; y habiéndose reparado que de entonces acá han llegado a esta isla diferentes bajeles capaces, que salieron de aquella isla, ignoramos la causa de no hallarse ya en estas misiones dichos curas, frustrándose los efectos del exhorto hecho a su S. Ilma. y del ex– horto que al mismo tiempo se hizo a V.S., sin habernos valido el haber hecho entender a los curas electos, que cuanto antes viniesen a encargar: se de estas almas, porque, de retrasarse más de lo razonable, se seguiría el hallarlas sin misioneros a su arribo, porque la súplica que nos hizo su S. Ilma., al propartirse de la Margarita, de que no abandonemos estas misiones, fue con la promesa de que los curas electos no tardarían más tiempo de lo que es razonablemente necesario para el viaje. Viendo, pues, los misioneros que nada habían aprovechado los exhortos que en el real nombre de Su Majestad habían hecho a su S. Ilma. y a V.S., pasamos des– pués a representar a V.S. la urgente necesidad de curas, alegando que, con ser cuatro los pueblos y no haber sino cuatro misioneros en toda la isla: el R.P. Prefecto y el P. Severo de Barcelona quedaban imposibili– tados por haber totalmente perdido la vista de un ojo y que ultra de esto el R.P. Prefecto se había de hacer llevar en una silla por las calles a visi– tar los muchos enfermos, a causa de tener los pies todos llagados, y ni to– do esto ha sido bastante para lograr la venida de los curas tantas veces prometidos. Después se hizo entender a V.S. solicitase la venida de los curas porque los cuatro misioneros mencionados, únicos en toda la isla, nos
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz