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176 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA 43 Informe dado al rey por el gobernador de Trinidad y Guayana D. Cristó– bal Félix de Guzmán sobre el estado de las misiones en dichas regiones (Trinidad de la Guayana, 25 junio 1712). - Original (AGI, Santo Domingo, 678). Señor: Pongo en la real noticia de V.M. cómo habiendo tomado posesión de estos cargos el día 21 de abril del año próximo pasado, me dediqué luego al buen gobierno y cumplimiento de las reales órdenes de V.M. y puesta mi atención a la resuelta en Buen Retiro, su fecha a 15 de agosto del año pasado de 1708, sobre la formación de las cuatro misiones de Naparima en una doctrina y de que los misionarios que hoy subsisten, pasen a la Guayana pues no tienen en qué emplearse en esta isla, cuyo duplicado recibí y de ello dí cuenta a V.M. en carta de fecha 14 de agosto del referido año y de haber hallado publicados y fijados los edictos que remitió el Dr. D. Juan de Riva Frechor, Provisor y Vicario general de este obispado por la ausencia de Don Fray Pedro de la Concepción Urtea– ga, su obispo, los que fueron recibidos gobernando mi antecesor Don Fe– lipe de Artieda. Y habiéndose cumplido el término asignado en dicho edicto y mucho más, no compareció ni ha comparecido opositor en pro– piedad ni al ínterin ni menos hay sujeto en esta isla de la suficiencia que para este encargo se requiere, a que se sigue la dificultad de hallarse el referido obispo en el reino de Nueva España, con quien, según real or– den de V.M., debo de acordar el secular o regular en ínterin, que se– gún reglas, regalías y derechos del real patronato de V.M., comparecen opositores. Síguese a esto la falta de Vicario que hallé a mi entrada en este go– bierno y, procurando saber la causa, fui informado por D. Francisco Cándido, cura de la parroquia de esta ciudad, haberse ido clandestinamen– te de esta referida isla el Beneficiado D. Juan Francisco de Artieda, a cu– yo cargo estaba tal empleo el día 14 de octubre del año 171O; quien, por inobediente a los mandatos de sus superiores, lo inhibieron del conoci– miento de algunos casos con penas y censuras en su contravención. Me aseguró el referido cura lo vulneró todo con la voz de ir a buscar recur– so. Por los autos de que asimismo dice llevó vendrá V.M. en conocimien– to del sujeto y dependencias suscitadas por el presbítero D. Simón de Lezama en no haberse arreglado a lo prevenido por V.M. en su real

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