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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 149 Iglesia son once, y en lo demás me remito a otra que le escribí en tiem– po pasado. Y en todo lo demás me dejo a la obediencia santa para que hagan de mí lo que quisieren. Dios nuestro Señor le guarde. De esta misión de Belén, hoy a los 8 de enero de 1695 . Fr. Ambrosio de Mataró 30 Carta del Prefecto P. Esteban de San Feliú a la Audiencia de Santa Fe de Bogotá proponiendo algunos medios para adelantamiento y seguridad de la misión de Guayana (Misión de la Purísima Concepción de María Santí- sima, Trinidad, 28 diciembre 1695). - Copia (AGI, Santo Domingo, 677, Autos de 1695-1706) . Altísimo Señor : Llevado del afecto y voluntad grande que me insta y de la misma voluntad y deseo de todos los demás religiosos capuchinos catalanes que asistimos en estas misiones de la provincia de Cataluña por orden de Su Majestad, que Dios guarde, en la isla de la Trinidad y provincia de Guayana, como misioneros apostólicos, de extender cuanto sea posible nuestra santa fe católica y como fieles vasallos de nuestro grande mo– narca de España, que Dios guarde, a quien deseamos todo el bien posi– ble de su monarquía con la extensión de una total reducción de todos los infieles, si fuere posible, a nuestra santa fe católica y obediencia a nues– tro rey de España, que Dios guarde, particularmente en el Orinoco, se– gún manda y dispone su real cédula a nosotros, como a principal puerta de las naciones más remotas; y por cuanto para el cumplimiento de la real cédula no sea posible la fuerza de Guayana sola, según afirman los experimentados del río Orinoco menos que no se haga un fuerte para una ciudad en el sitio que se llama la Angostura, sitio muy cómodo de buen temperamento según la voz de los experimentados y que se puede sujetar todo Orinoco a tiro hecho de mosquete de que se recrece en aumento de la real corona y nuestra santa fe todas estas naciones y la de Caura aunque caribe, que quitándoles la comunicación de las otras, son amigos nuestros, y los Padres misioneros capuchinos, enviados de S.M. al descubrimiento del Orinoco, como arriba queda dicho, se extenderán por esas misiones hasta juntarse, con el favor de Dios y reales fuerzas,

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