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144 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL DE VENEZUELA a tres o cuatro días del castillo de Guayana una nación caribe de Caura cerca de la Angostura: que esta nación no se sujete, no es posible el po– dernos extender por el Orinoco (esta nación no es de muchos indios) , como da informe a V.R.M. el Maestre de Campo D. Francisco de Me– neses, gobernador y capitán general de esta isla y Guayana, y un solda– do práctico del Orinoco, el cual informe remito a V.R.M. Y, sujetados, dicen los peritos que está seguro el Nuevo Reino del francés y otros enemigos, y el Orinoco libre, en donde hay millones de indios. Para es– to dicen que fuera conveniente en dicha Angostura fundar una fuerza y ciudad, y en lugar de soldados, fuesen familias y cada cabeza de fami– lia fuere soldado con su sueldo por el situado que va a Santa Fe: que por ser los soldados solteros, es fácil el huirse por ser tierra firme que fron– tera con los Llanos de Caracas, como se ve con los muchos soldados que V.R.M. envió al castillo de Guayana: que entre huidos y muertos, por ser sitio malsano, han quedado pocos. Este informe y súplica creemos no ha llegado en manos de V.R.M. porque iba con un navío que se partió de Araya en derechura para Es– paña; le cogió el enemigo. Volví a escribir otra vez por el navío de re– gistro, que también se partió de Araya en derechura, que no se sabe nada de él y que no debe haber llegado a España, y por esta causa escri– bo ésta a V.R.M. Sexto. - Se suplica a V.R.M. que los indios guayanos y otras nacio– nes que estuvieren poblados en misiones, no sean molestados de los es– pañoles para irlos a trabajar por fuerza, sino libremente, sin violencia alguna. Pues V.R.M. manda en dicha cédula, que no es la doctrina el huirse a los montes sino el trabajo, etc., como lo tienen experimentado los Padres misioneros, quejándose los indios de los malos tratos sin darles de comer. Séptima. - El Capitán del castillo de Guayana pretende dos mucha– chos, cuatro indios y indias para hacerles la arepa y que sirvan a los sol– dados; esto ha sido ocasión que muchísimos se han huido a los montes en donde viven como unos salvajes, aunque ahora, por virtud de la real cédula, se han reprimido del rigor que trataban los indios y vuelven a pre– tenderlo, y por defender los Padres misioneros los indios y que se guarde dicha real cédula, reciben de ellos muchos baldones y oprobios. Octava. - Muchos caminos hacen hacer a los indios para la isla de la Trinidad por fuerza, y las más veces el título que dan es servicio de V.R.M., no siendo así sino por negocios de seglares, sin paga, y es tan a menudo, que apenas los indios pueden asistir a sus labranzas, que las

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