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MlSION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 141 algunos revoltosos nos han amenaz,.do de matarnos: Dios nuestro Se– ñor nos ha defendido hasta ahora. Unos de mal natural llamaron a la nación caribe para matarnos: quiso Dios que los caribes no lo quisieron hacer. Otros llamaron a los de nación guaraúna y vinieron a la misión del Señor San José, dejando a los dos Padres misioneros por muertos: el uno con cinco heridas mortales, el otro con dos; quiso Dios no mu– riesen entonces pero han quedado para poco por tener sus cabezas maltra– tadas de los golpes de las macanas. Ya los indios pierden la gana de venir a la misión y rezado, y de poco tiempo acá nos cuesta mucho trabajo el hacerles venir a la iglesia, los muchachos a la escuela; sus antiguas y malas costumbres, habiéndo– las ya en parte dejado, las vuelven a hacer como de antes: ni quieren hacer cosa que les mandemos, con otros muchos desórdenes que dejo por no cansar a V.R.M. Poniendo en la consideración de V.R.M. el peligro en que estamos de nuestras vidas y lo que se lee de los religiosos apostólicos que entra– ron en las provincias de los omaguas, encabellados, sucumbíos, los ma– taron a todos por falta de escolta, y todos los que hicieron misiones apos– tólicamente, sin armas, los hicieron pedazos o se volvieron huyendo, como sucedió en la F1orida, Nueva España, Brasil, etc. Y, por el con– trario, los que predicaron el Santo Evangelio con bastante escolta y res– guardo de armas, tuvieron buenos fines y felices progresos, como se vio en Caracas, Cumaná y otras muchas partes. Deseosos nosotros de cum– plir la voluntad de Dios y el pío y católico celo de V.R.M. hemos gana– do en los siete años lo de arriba dicho, solos, sin escolta y con la asisten– cia de Dios hemos plantado la fe católica en la isla. Pero reconociendo que los indios no se quieren sujetar con los cariños, agasajos y benévo– las demostraciones, antes bien parece se van empeorando por falta de sujeción y por peligrar de nuestras vidas, suplico a V.R.M. nos favo– rezca con los medios que con esta pido, si es del agrado y servicio de V.R.M. Primero: que para resguardo de las misiones de los enemigos, para recoger los indios cimarrones que están en los montes, hacer asistir a la doctrina a los que están poblados en las misiones y enseñarles de po– lítica de la cual carecen, se suplica a S.M., que Dios guarde, se sirva mandar enviar cuarenta familias para hacer un pueblo entre las misiones o a donde más conviniere, para resguardo de dichas misiones. Los medios son, a lo que parece, para que sean sustentadas por un año, que al par– tirse les dieren la paga con rescates y con éstos trabajaren sus labranzas