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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 137 ruego sí nos pueden enviar siete misales de los que ya no se sirven para que los muchachos puedan cantar las misas. Ya tengo remitida a VV. CC. RR. una carta que escribí y remití a to– das las misiones, a fin de que los Padres y Hermanos misionarios tu– vieran paciencia hasta haber dado noticia a VV. CC. RR., la cual carta vuelvo a remitir, porque, si la otra se pierde, llegue ésta, porque se sepa que consta a VV. CC. lo que contiene, por lo que se ha tomado tan mal de algunos; dicha carta con su resolución la remitiré a VV. CC. y les pediré el remedio de materia tan grande. Con ésta también represento a VV. CC. cómo el Prefecto está de– pendiendo del señor gobernador para enviar religiosos a España, y Por más que el Prefecto quiere, sí el gobernador no quiere, no se hace, y sí el P. Prefecto los saca escondidos y con pretexto falso, hace contra la voluntad real manifestada en una cédula qQe manda estén diez años, y así me está sucediendo, que he dado la obediencia a los PP. José Fran– cisco de Barcelona y Ludán de Vic, y dicho gobernador no ha querido. Con que, mis RR. PP., esto es grande sujeción para un Prefecto y mor– tificación de los religiosos. Ruego a VV. CC. que vean de poner a esto remedio o alguna moderación, que la ley no sea tan rigurosa: que des– pué~ que yo tres o cuatro veces que se lo he pedido, no he podido re– cabar la salida de los dos. Ya lo tengo escrito al Rmo. P. Comisario ge– neral y VV. CC. con él pueden poner el debido remedio, porque es de mm~ho inconveniente que el Prefecto esté de tal suerte ~ujeto. Ya dí noticias a VV. CC. en otra cómo el Hno. Fr. Angel de Lle– vaneras salió de esta vida para la gloria el día de la Purificación de la Virgen Santísima. Fue grande misionario por su celo santo de la salva– ción de los indios y su constancia; yo creo que la Virgen, llamándole en tal día, le presentó a la divina majestad, Con este aviso creo no perderá la caridad acostumbrada que hace nuestra madre la Providencia a los misionarios, etc. De esta misión de la Purísima Concepción de María Santísima en el cerro de Naparima, isla de la Trinidad de Barlovento, junio, 30, de 1693. Súbdito rendido y humilde de VV. CC., Fr. Gabriel de Barcelona, Prefecto.