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136 FUENTES PARA J,A, l-HSTO!!,IA COLONIAL DE VllNIIZlJEU Con que ya, mis Padres, podemos decir: Gaudeamus omnes in Do– mino Deo nostro, diem festum celebrantes, porque las misiones están llenas de indios, los montes despoblados porque algunos que no habían podido hablar, los cuales aun no habían visto las misiones, después del ruido, han venido como corderos con propósitos de no volverse; apenas oyen la. campana, cuando ya corren a la iglesia, y los muchachos, a la escuelii, y apeni1s oyen la voz de los Padres, cuando luego se hace lo que se les manda. La comida no falta. Finalmente, están las misiones en el mayor y feliz estado que nunca se han visto, hasta ahora no habían aca– bado de :;alir del monte todos como ahora, con que podemos decir: Gau– deamus, etc., empeñados al debido reconocimiento, rindiendo a su di– vina majestad y a la Virgen Santísima que ha sido la mediane,:a para alcanzar la vida eterna a estos pobres ignorantes y por alivio de nues– tras afliceiones, Es cierto que por todos los caminos quiere Dios se co, nozca que el cuidado de estas misiones entra a su cuenta, porque cuan– do pensábamos se habían de acabar, las ha puesto mejor de lo que es– taban con tan pocas cosas. Ruego a VV. CC. M. RR. nos ayuden a dar las debidas gracias al Todopoderoso Dios, rogándole conserve el temor santo en los corazones de los indios y les dé su gracia para que acierten el camino de su salvación abrazando la fe católica de b4ena voluntªd, y asimismo conserve e infunda en los corazones de los misionario¡¡ un santo y fervoroso espíritu de fortaleza y constancia hasta morir por Dio¡; y por la salvación de estos miserables en tan santo empleo, esperando el premio de sus trabajos de la mano de Dios y gozando en esta vida de los favores divinos con que su majestad comunica de continuo a loii qQe quieren por norte y guía la voluntad de Píos, la santa obediencia, que les ha puesto en tan provechoso empleo para sus almas y viven con el cui– dado de dar gusto y contento interior y exterior a Dios nuestro Señor. Mis RR. PP.: aunque la divina providencia nos ha asistido con lo di– cho, vuelvo a rogar a VV. CC. que envíen alguno de los religiosos, que vendrán acá, a Madrid, para solicitar con el memorial que remití a VV. CC. las familias que pedimos a Su Majestad, con todo lo demás, y asi– mismo les ruego para que sean medios con el Rmo. P. Comisario que solicite venga la limosna de Su Majestad, que en seis años no ha venido sino por dos años y medio, y estamos desnudos de hábitos y paños meno– res, sin vino para celebrar, y así de todo lo demás. Y si VV. CC. nos quieren la caridad de enviarnos un Leandro de Murcia sobre la Regla, Dios se lo pagará, porque es muy necesario el tenerlo acá. Y también les