BCCCAP00000000000000000000219

MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 133 drid, y en tanto que el capitán del navío lo sintió de haberlo dejado: que a saberlo, los habría gastado en provecho de las misiones. Testigo es el P. Jerónimo de Vic, que le pueden preguntar, y así vinimos apostó– licamente. Los diez que vinieron a fundar estas misiones, llegaron tan apos– tólicamente, que era demasiado por haberse de fundar nuevas misiones: sólo traían una arquita cada uno casi vacía, sin vino, sin aceite. . . ni otras cosas que convenía a nuevas misiones: que, viniendo desapegados de lo temporal, Dios nuestro Señor no falta a proveer. . . Al fin vinie– ron desapegados y buenos misionarios, como se vio, porque luego que fui elegido Prefecto, al cabo de algunos días, les dí la obediencia para que fuesen a las misiones a padecer trabajo, como los padecieron y mu– chísimos, como de ellos se tenían ya las noticias, como se les advierte, que a lo menos en el año primero habían de padecer mucho. Ellos, co– mo hijos verdaderos de nuestro Padre San Francisco, sin repugnancia ni contradicción, abajaron la cabeza y alegremente se partieron a su mi– sión, que me edificaron y edifican ahora los pocos que han quedado vi– vos de su perseverancia; y en los tres años de mi gobierno apenas tuve nada con ellos, y les doy las gracias, y de Dios nuestro Señor tengan el premio, como creo que se les dio a los que han muerto; sin agraviar a ninguno, grandes misionarios, de espíritu fervoroso y de grande caridad, como creo que tienen las noticias de sus muertes y de sus prendas de mi– sionarios apostólicos . . . . El P. Fr. Ambrosio de Mata.ró, Viceprefecto de la Guayana, con el P. Antonio e Ignacio, alguna cosa trajeron, pero poco: que por haber ido a fundar los tres a Guayana, era muy poco, a no ayudarles el P. Prefecto; de lo que teníamos en esta misión, se les dio. Hartos trabajos han de padecer y los padecerán a lo menos un año; el espíritu con que han venido tan fervorosos, lo facilitará todo, según lo que he visto, pues, apenas el prelado les significó de ir a Guayana, sin contravenir, obede– cieron y muy alegres y fervorosos se partieron, y por estar tan lejos ni tener noticias del navío, no escriben; ellos están buenos y contentos, que son las noticias que tenemos. A todos los carísimos Padres y Hermanos de mi amada provincia, cariñosos saludos de mi parte: confío de sus oraciones que acierte hacer la voluntad de Dios, como también por el aumento de las misiones y que Dios les inspire para un ministerio tan alto, que no contradigan, alcan– zando la obediencia de VV. PP. M. RR.: que de esta suerte Dios les ayu– dará y dará gran premio. Dios les guarde los años de mi deseo para el

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz