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128 FUENTES PARA LA HISTORIA COLONIAL nE 'VENEZUELA 22 Ordenaciones hechas en el Capítulo celebrado en la misión de la Purísi- ma Concepción, isla de la Trinidad, 27 septiembre 1690. - Copia (Biblioteca Universitaria de Barcelona, manuscrito 142, Relaci6n de la misi6n apost6lica que la santa provincia de Capuchinos de Cataluña tiene en la is– la de la Trinidad de Barlovento, Guayana y del Do– rado, parte segunda, capítulo X, pp. 150-152). l '? - Se ordena que por la muerte del P. Prefecto gobierne el más antiguo de la misión, con obligación que dentro de dos meses congre– gará Capítulo para la nueva elección de Prefecto. 2'? - Se ordena que entre medio del Capítulo se tenga congregación, llamando el P. Prefecto para ella los dos más viejos de misión, dejando a la determinación del P. Prefecto que, si juzgare ser de conveniencia te– ner dicha congregación poco antes o poco después del año y medio, la tendrá. En dicha congregación, si juzgaren los tres ser conveniente re– mudar algún Presidente, lo podrán hacer. Pero antes de dicha congre– gación ni después de ella no lo podrán hacer el P. Prefecto y los dos con– sultadores, sin que primero, para sacar al Presidente, le hagan proceso. 3'? - Se ordena que por no haber mayor ni menor entre los misio– neros, sólo el P. Prefecto, que puede cada uno, siempre que quisiere ir a otra misión, sin más licencia que decir al compañero: "A tal parte voy, si quiere algo" ... 4'? - Se ordena que el Prefecto tenga cuidado de proveer así al co– mún como al particular, de lo necesario a los misionarios, si tiene limos– nas con que hacerlo, y haga para esto las debidas diligencias y no sea par– cial en asistir más a unos que a otros. 5'? • Que si algún Presidente tuviera que averiguar algún negocio perteneciente a la misión con el señor gobernador, no lo haga por sí sino que lo escriba al P. Prefecto para evitar confusiones. 6'? - Si los misionarios reciben cartas del señor gobernador pertene– cientes al negocio de las misiones, las remitan al P. Prefecto. 7'? • Inviolablemente se guarde la costumbre de enseñar por la ma– ñana en lengua indiana, y a la tarde, en español, y, el que no quisiera ob– servar dicha costumbre, si fuere Presidente, sea privado de la presiden– cia, y, si fuere otro misionario, sea castigado por el Prefecto con voto de los consultores.