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INTRODUCCION XV También se establecieron en territorio guayanés grupos de indios guaraúnos venidos del delta orinoqués, formando sus rancherías en la margen del gran río, desde Guayana o Castillos hasta la boca de los Na– víos. Con ellos se fundaron varias poblaciones misionales, algunas de las cuales fueron retiradas al interior para obviar el peligro de que sirviesen de apoyo al enemigo en sus intentos de invasión. Existieron asimismo allí los pariagotos, procedentes sin duda de la península de Paria. No sólo lograron situarse en tierras próximas a la ciudad de Guayana, sino que se les encuentra además en las riberas del Caroní y del Paragua. De todos modos constituyeron grupos reducidos, por lo que fueron poblados con otros indios, igualmente poco numerosos, como los arinagotos, barinagotos y achirigotos. Con éstos convivieron en Currucay, San Serafín, San Pedro de las Bocas, Santa Clara y Avechica. De todos los mencionados hubo también en Barceloneta (La Patagua) , villa formada juntamente de españoles. Pocos en número fueron a su vez los aruacas, habitantes de las ribe– ras del Orinoco en las proximidades de la desembocadura del Caroní en el mencionado río; con ellos fueron formados tres pueblos, si bien mez· dados con guayanos y guaraúnos. Del mismo modo se extendieron los aruacas hacia las bocas del bajo Orinoco, y Felipe de Inciarte los encon– tró cerca del cerro Bauruma en 1779. Los guaicas, bastante numerosos, estuvieron poblados en una exten– sa franja de terrenos, más al sur de la altiplanicie de Upata y que se ex– tendía desde el río Caroní hasta la confluencia del Cuyuní y el Yuruari; con estos indios se formaron cinco pueblos que subsistieron hasta 1817, más otros tres en que convivieron con los guaraúnos. El de Cura, uno de los más avanzados hacia el Esequivo, estuvo compuesto de guaicas. Finalmente, hubo algunos grupos de diversas naciones, como sálivas y panacayos que se redujeron y entraron a formar alguna población con indios anteriormente citados. No falta por otra parte misionero que po– ne hasta diecisiete clases más pero que se reducían a contadas personas. 9 Por lo que respecta al número así parcial como total de los indios que poblaron esta provincia de Guayana, es aventurado formar una es– tadística exacta. Humboldt calculaba en 1804 que la población existen- 9 . Cfr.: Estado de las misiones de los PP. Capuchinos catalanes de la provincia de Guayana, por el P. Bruno de Barcelona, Caroní, 12 septiembre 1770 (Ar– chivo General de la Nación, Caracas, Papeles de Centmión, I, ff. 365-370). Al final pone otras muchas clases o naciones de indios conocidos por los misione– ros y que no habían sido aun reducidos.
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