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MISION DE LOS CAPUCHINOS EN GUAYANA 95 roso gentío bárbaro de indios que habitan en la provincia de Guayana, empezaron a hacer misión los Padres de la Compañía de Jesús y junta– mente asistían a dos pueblos que están formados de indios y, sin saber el motivo, el superior de la provincia del Nuevo Reino de Granada, hizo dejación jurídica ante la Real Audiencia de aquel reino y retiró los reli– giosos que estaban haciendo misión, diciendo que no había religiosos pa– ra asistir, y para que los indios que estaban reducidos a pueblos, hay más de veinticuatro mil que están sin reducir en aquella cercanía, me mandó la Real Audiencia de Santa Fe que buscase por mi parte ministros que asistiesen a esta reducción y conservación. Esta orden se me despa– chó este año el cuatro de mayo; ocurrí a los religiosos capuchinos de la provincia de Aragón, que están haciendo misión en esta cercanía, aunque jurisdicción de la provincia de la Nueva Andalucía, y su perlado (sic) me respondió que tenía pocos religiosos y que, si llegasen los que espe– raba de España, asistiría pero que convendría alcanzar licencia de Vues– tra Majestad por ser esta distinta provincia, y considerando ser cuán gra– ve perjuicio sigue en la retardación y que por esta causa está en eviden– te riesgo que se disminuyan los indios congregados a los dos pueblos y que se volverán a retirar a las montañas, y también a continuar a re– ducir otros, como cosa que V.M. encarga tanto, movido de su catolicís– mo celo: habiendo llegado ahora en un navío de permisión de las islas de Canaria dos religiosos capuchinos de la provincia de Cataluña, que, con licencia de V.M. y patentes de su superior, van a incorporarse con los religiosos misionarios de la provincia de Aragón, les he propuesto la necesidad en que me hallo y les hice ruego y encargo sobre que asistiesen en ínterin que daba cuenta a V.M., y, aunque hicieron réplica por el ín– terin, reconocidas las causas, han quedado, y espero han de hacer con– siderables reducciones. Considerada la distancia que hay desde la mi– sión de los religiosos de la provincia de Aragón a la misión de Guaya– na, y que me han propuesto estos dos religiosos que de su provincia pue– den asistir con bastantes religiosos, y me dan a entender que recibirá su provincia de buena voluntad esta parte de misión, no excuso suplicar a V.M. por la obra tan grande que ofrece la mucha gente que habita en esta provincia, que de su reducción se consigue el fruto espiritual, la dilatación de más de trescientas leguas de estos indios que hoy están sin conocimiento de nuestra santa fe, y que todos se comunican con noso– tros y son dóciles en el trato, además que de esta suerte se asegura no solamente esta provincia sino la de Venezuela, la de la Nueva Andalucía y la de Mérida y todo el Nuevo Reino de Granada, porque el río Orino-

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