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CAPITULO VII ULTIMOS AÑOS DE LA MISION 1. Plan de secularización. - 2. Intentos y realidades. - 3. Estado de la mi– sión: nuevos misioneros. - 4. Guayana durante la guerra emancipadora. - 5. Decreto de las Cortes de Cádiz. - 6. Ultima expedición de misioneros: estadística final. - 7. Guayana en poder de los patriotas. - 8. Caruachi, tumba de los misioneros. - 9. Así terminó una gloriosa epopeya 1.-Aquella cédula del 7 de septiembre de 1797 vino a dar con– testación categórica a las aspiraciones desmesuradas de más de cuatro que tenían puestos sus ojos en los pingües beneficios que podrían reportarse de la explotación del hato de la Divina Pastora y que por otra parte mi– raban un tanto envidiosos la posición ventajosa de los religiosos en los pueblos misionales. Con todo, bien examinado dicho documento, redac– tado con una exquisita prudencia, contiene, a mi juicio, aunque velada– mente, un plan de secularización. Así lo entendieron, como voy a expo– ner, tanto las autoridades civiles como las eclesiásticas. Esa secularización, en el aspecto civil, consistiría en que los misio– neros dejasen la administración del célebre hato de ganado, repartido no sólo por el ámbito de la misión de la Divina Pastora sino por otros varios pueblos, que prescindiesen del gobierno de los pueblos que tuvie– sen más de 15 años de fundación, y que en adelante ocupasen su lugar los corregidores con la consiguiente exigencia de tributo a los indios. Por lo que mira al aspecto eclesiástico, la secularización llevaría con– sigo tener que dejar los religiosos así las villas de Upata y Barceloneta como los pueblos que llevasen más de 15 años de existencia, pasando a ocupar sus puestos sacerdotes seculares. Cuando la mencionada cédula se recibió en Guayana, junto con una provisión de la Audiencia de Caracas, ya había tomado posesión del go-