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En el convento de Alsasua (1934-1940): Plan de vida En Alsasua había comenzado su camino ha– cia la vida capuchina, en Alsasua, nudo de co– municaciones ferroviarias, pueblo fronterizo con Guipúzcoa y también casi lindante con Alava. De frente al convento se alza la sierra Urbasa, maciza y majestuosa. El valle que se forma en la ladera es La Barranca, donde hay una porción de pueblos, que van a ser el itinerario pastoral del P. Bemabé los próximos años. De momento se le asignó la catequesis de los niños. Tenía que responsabilizarse también de varias Hermandades de la Orden Tercera de San Francisco de Asís. También las confesiones de los niños seráficos le iban a ocupar sus ratos. Dentro del esquema de una vida conventual, regulada por un horario, el día resultaba tran– quilo para la vida de piedad, máxime si era uno adicto a la oración, como el P. Bemabé, para no desaprovechar ningún minuto. MLos jueves por la noche siento deseo de hacer la hora santa delante de Jesús Sacramentado, o pa– sar una hora delante del sagrario recordando las tristezas de Jesús en el Huerto de los Olivos. Y el viernes quisiera también acompañarle las tres ho– ras que estuvo clavado en la Cruz". Así le escribía a su director espiritu al en este primer año de estancia en Alsasua (29 octubre). Le cuenta a su padre espiritual las mortifica– ciones que hace, para las que pide la bendición de la obediencia: lleva a veces una piedrecita entre Ias sandalias, quiere hacer tod os los días la disciplina, ha sustituido la sábana de la cama 4 5

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