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Se abrió la puerta de la eternidad. Llegado el Esposo, era el tránsito de Bodas. La víctima ofrecida en holocausto era ya suave aroma en la presencia de Dios. Eucaristía El cadáver fue trasladado al convento capu– chino. La gente llenaba la casa y se disputaba un lugar en la habitación y en la galeria para estar junto al difunto. "Recuerdo que el día 30 de abril fui a hacer– le una visita fraterna (escribe un religioso de Es– paña que eventualmente se encontraba en Qui– to), a él, desposado ya con la hermana muerte; no le recité un responso, sino que alabé a Dios por los misterios cristianos y franciscanos reali– zados en aquel cuerpo diminuto y en aquel es– píritu humilde*. A las 11,30 de la mañana de aquel sábado, 30 de abril, los restos mortales fueron traslada– dos del convento a la iglesia adyacente, Parro– quia de la Concepción, anteriormente parroquia regentada por los capuchinos. El Viceprovincial, P. Ramón Echegaray, acompañado de otros 24 sacerdotes -capuchinos, franciscanos, diocesa– nos- presidió la Misa exequiaL pronunciando u na homilía "muy cristiana y fervorosa·. "Una señora ya madura, feligresa suya, luego que fue depositado el féretro en la iglesia se arrodilló ante el mismo, lo agarró con una ma– no y así permaneció durante todo el largo rito·, continúa el religioso de España al que hemos aludido. 164

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