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para regresar por la tarde. "Me llevó a la planla baja del barracón donde vivía. Mantuvimos una sosegada conversación de una hora y cuarto·, escribe el P. Provincial. Previa conversación con el Viceprovincial, el P. Eleuterio Ruiz venía con doble objetivo: decirle que era el momento de incorporarse a una fraternidad, por ejemplo, Ibarra, y exhortarle a que participara en el pró– ximo capítulo de la Viceprovincia (8-12 febrero). "Para ninguno de los dos pun tos encontré resis– tencia en él...·. "Se sintió muy aliviado cuando le dije que tenía autorización para llevar allí (en el Capítulo) e l ritmo de vida que mejor le fuera para su salud, pudiendo salirse de las largas se– siones, etc. Se ausentó antes de su terminación·. Terminado el Capítulo, a la hora de hacer la nueva distribución de hermanos, tras el tiempo conveniente, el P. Bemabé es asignado a Ibarra. Será su superior el P. Rodolfo Erburu. Ei domingo 1 O de abril celebra el P. Bemabé la Misa de 7.00 en San Miguel de los Bancos, su última misa en San Miguel. El Sr . Benito García, colaborador en tareas ministeriales lo traslada a Quito, y duerme en casa del citado Benito Gar– cía. El día 11, chequeos médicos. El día 12 los Sres. Benito García y Oswaldo Fierro lo llevan a la fraternidad de Ibarra. "Al bajar las escaleras hacia la portería, me encontré con él, que llegaba en ese momento -escribe el Superior, P. Rodolfo-. Al verme, quiso arrodillarse, pero no pudo ni se lo con– sentí. -¡La bendición, padre superior! -me dijo, y me expresó sus sentimientos de obediencia. Me emocionó su actitud. Estaba muy pálido y ago– tado . 159