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Francisco atender a los padres de familia y otros fieles que están viviendo en lugares apartados, sin sacerdote, y que reclaman para sus hijos y para sí mismos el pan de la doc– trina de Cristo? ¿No estará conforme con la pobreza franciscana vivir o permanecer a temporadas entre ellos, participando de su vi– da pobre y humilde...? Hay lugares adonde no llega sacerdote al– guno, ni tienen Catequista que pueda instruir a la niñez, etc., y reclaman la presencia del Ministro de Dios (noviembre 1986). Hemos entrado en el santuario del corazón. Da respeto escuchar estas confidencias. Estamos ante un cristiano que sufre en la fidelidad. Dios obra y va preparando el corazón para el en– cuentro. Hacia el ocaso: visita del P. Provincial (febrero 1988) Nos encontramos ahora en los últimos me– ses. El día 3 de febrero el superior provincial ve– nido de España, P. Eleuterio Ruiz, llega a San Miguel de los Bancos en visita pastoral. Venía acompañado de otros dos hermanos. De pronto el visitado no se dio cuenta de que era el P. Pro– vincial. Era la visita inesperada y ... •¡tan despista– do me encuentror Luego, al reconocerle, no dejó de pedir mil perdones. Tras el primer acto de presencia, el P. Pro– vincial y sus acompañantes, siguieron el camino 158